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martes, 8 de octubre de 2019

SEXO


Evaristo Fuentes Melián

A lo largo de los últimos ochenta años hemos pasado de la prohibición de manifestación de todo tipo respecto al sexo, hasta la actualidad, en que hay sexo explícito por cualquier rincón de nuestro alrededor. Este fenómeno tan cambiante tiene su historia, su cronología. Hagamos un repaso:

Años cuarenta siglo XX.- Dieron la película de ‘Gilda’, pero fue prohibida por la iglesia católica, y en la diócesis de Canaria-Las Palmas quienes la vieron fueron excomulgados por el obispo vasco de entonces en aquella diócesis, monseñor Pildáin  Zapiáin. Lo único que se desnuda la actriz principal, Rita Hayworth, es un guante largo que le cubría hasta el brazo, pero se lo desnudaba al compás de una canción muy sensual…

Años cincuenta.- Estrenaron una película, ‘Un lugar en el sol’, muy atrevida de argumento, en la que una joven Liz Taylor bailaba pegado con Montgomery Clift. Las ideas y comentarios pecaminosos se apoderaron durante meses de los jóvenes de ambos sexos, de la Juventud Católica y  de la Sección Femenina, éstas aconsejadas, orientadas y asesoradas por sus confesores respectivos.

Años sesenta.- Hasta que se comercializó y popularizó la píldora anti babi, a mediados de esta década, los matrimonios practicaban la ‘marcha atrás’ o ‘salto atrás’, que era una insegura y antinatural manera de evitar los hijos, en el clímax de la eyaculación masculina.

Pero la marcha atrás, el ‘flash back’ al que me refiero ahora es en el tiempo, con la película ‘El Gatopardo’ (Visconti, 1963), basada en una novela del marqués de Lampedusa. Situada la trama en el siglo XIX, Burt Lancaster protagoniza el papel del príncipe don Fabricio, que le echa en cara a su  esposa—encarnada en  Claudia Cardinale--que nunca la ha visto desnuda. Después de tantos años de matrimonio, hacen el amor desnudándose lo imprescindible… Eso, queridos lectores, aunque no lo crean, sucedió así.

Años setenta.- Se ve en pantalla grande, apaisada cinemascópica, en la película ‘El poder del deseo’ (1975), el culo (perdón: el trasero) de Pepa Flores, alias Marisol, que había sido en su infancia una cantante cursi repetida hasta la saciedad. Y en la titulada ‘La otra alcoba’ (Eloy de la Iglesia, 1976), se ven los preciosos pechos de Amparito Muñoz, Miss Universo, que los enseñó en un plano/flash de ¡medio segundo! de duración, mientras se acostaba con su partenaire, un tal Patxi  Andión.

En estos años, se abre más aún la mano de la censura (qué casualidad, coincidiendo con la muerte del Caudillo); e inmediatamente fue el desmadre total. Por poner un ejemplo: basado en una novela de Juan Marsé, se rueda en 1977 el filme ‘La oscura historia de la prima Montse´.  Ana Belén se desnuda íntegramente con parsimonia, y enseña el pubis…

Igual que lo enseña María José Cantudo, en una peli altamente peligrosa, con cuernos en la trama de su argumento, la titulada ‘La Trastienda’, ambientada en las fiestas pamplonicas de San Fermín. En ambas películas, la pequeña zona triangular desnuda del pubis femenino es disimulada (¿?) con un pequeño felpudo de pelo artificial.

 Años ochenta.-  Llegan a su máximo esplendor los desnudos y los actos sexuales consentidos (o no), con primeros planos explícitos, que visionamos curiosamente en la pantalla grande de los multicines.

Sin embargo, para contemplar la pornografía más variada y de surtida gama, hay que acudir a programas ‘ad hoc’, en la pantalla privada del ordenador personal, con enlaces a sus sitios favoritos.

Epílogo.- Todo este largo preámbulo, es para reseñar brevemente la  inauguración hace unos días, en el Liceo de La Orotava-- ya lo había hecho con anterioridad en el Instituto Hispánico del Puerto—de la exposición de dibujos  y acuarelas de Adrian Alva, tan prolífica y numerosa como llena de sexo y posiciones la mar de variadas, incluso escatológicas. Me recuerda, por contraste, todas estas anécdotas históricas de mis vivencias anteriores, a lo largo de los últimos ochenta años.

Felicito al autor expositor, Adrian Alva, licenciado en Bellas Artes, hijo de mi amigo Francis Álvarez, arquitecto nacido en La Perdoma, que tiene un apartamento junto al mar y suele bañarse en el San Telmo portuense muy temprano cada día. Enhorabuena.

Espectador

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