Salvador García Llanos
Diseñar corredores turísticos seguros con Canarias a lo
largo de las próximas semanas. Este es el objetivo inmediato de turoperadores,
organizaciones empresariales y administraciones públicas para tratar de reducir
los efectos de la crisis. Objetivo difícil, claro que sí. Pero hay que
intentarlo porque las situaciones adversas están para ser superadas. Si se
quiere buscar culpables, háganlo; pero lo importante es aportar alternativas,
madurarlas, defenderlas con unidad de acción y aplicarlas con esmero, una vez
convenidas.
El virus sigue causando estragos en Canarias. La realidad
de las cifras de los contagios en las islas ha sido determinante para que los
gobiernos de los dos principales mercados emisores hayan incluido el destino en
las listas de los lugares donde no se recomienda viajar. Ahora hay que ir a los
temporada de invierno y para ello hay que reducir la curva de contagios hasta
situarla por debajo de los cincuenta casos por cada cien mil habitantes y
frenarlos para volver a presentar las credenciales de destino seguro, que se
tenían pero que se perdieron hasta terminar provocando una situación inédita en
el principal tejido productivo de nuestra economía.
El presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de
la provincia de Santa Cruz de Tenerife (Ashotel), Jorge Marichal, ha sido
contundente al señalar que “si no controlamos la tendencia de los contagios, el
ímprobo esfuerzo que estamos llevando a cabo de forma coordinada con las
administraciones públicas y los principales turoperadores no servirá de nada”.
Marichal recuerda que la realización de test y la puesta de marcha de la
aplicación (app) de trazabilidad, --la patronal viene solicitándola desde
mediados de abril-, “no son soluciones únicas, pero sin duda contribuyen de
forma notoria al control de la enfermedad y a lograr un destino seguro”.
Diseñar un protocolo específico con el Gobierno de Canarias
con el fin de establecer, de forma pormenorizada, todos los pasos y todas las
acciones que deben llevarse a cabo en aquellos casos que resultaren positivos
tras la realización de los correspondientes test tras su llegada a las islas,
es otro de los objetivos inmediatos. De darse esta circunstancia, según fuentes
de la patronal turística tinerfeña, el protocolo incluirá la derivación a establecimientos
hoteleros denominados ‘arcas de Noé’, en los que serán atendidos con todas las
circunstancias y las medidas de seguridad correspondientes, haciendo uso de las
disposiciones incluidas en el seguro contratado por el Gobierno autónomo para
esta coyuntura.
Por otro lado, en lo que a los test se refiere, el Grupo de
Estudios Turísticos ‘Calínico’, se ha dirigido al presidente del Cabildo
Insular de Tenerife, Pedro Martín, distinguiendo dos situaciones:
a) Antes del embarque en origen o a la llegada al destino.
Se considera prioritario el test en origen por parte de
todos aquellos turistas que viajen a través de un turoperador o viaje
organizado. Su importe va incluido en el paquete turístico y el pasajero deberá
embarcar una vez presente el documento oficial acreditativo de resultado
negativo. De esta manera se genera una gran confianza entre los pasajeros ya
que al embarcar se sabe que no hay un positivo y a la llegada al destino,
pasará por los controles habituales sin necesidad de hacer test.
Aquellos turistas que lleguen al destino en un vuelo de
viaje no organizado, deberán hacer lo siguiente:
Presentar un documento oficial válido que acredite el
resultado negativo en el test que voluntariamente se hizo en origen, lo que le
exoneraría de la obligación de hacerse test a la llegada.
En el caso de llegar a destino sin test, tendrá que
hacérselo antes de cualquier otro control o servicio. En caso de dar positivo,
se acogería a los beneficios de la póliza de seguro contratada por el Gobierno
de Canarias.
b) Test a la llegada. Si está fuera la única opción, además
de la aparente inviabilidad dada la demora que produciría a los pasajeros para
llegar a su hotel, si uno de los pasajeros da positivo, habría que confinar a
todos los demás (+- 200), con lo que se vendría abajo todo lo conseguido o
avanzado.
El coste de estos test deberán ser financiados por el
Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife, en nuestro caso, y por las
empresas hoteleras beneficiarias.
Como medida de garantía habría que aplicar y mantener una
muy organizada y efectiva trazabilidad que evite el contagio provocado desde el
interior.
El test a la salida se considera fundamental como garantía
sanitaria al país de origen. Si al hacer este test alguien da positivo, no
embarca y se somete a cuarentena y curación acogiéndose a la póliza de seguro a
la que anteriormente nos hemos referido.
En definitiva, iniciativas para intentar doblegar la curva
de contagios, recuperar el crédito sanitario, ofrecer garantías palmarias a los
clientes y afanarse en la recuperación de mercados emisores.
Iniciativa privada y administraciones públicas están
condenados a entenderse. Saben lo que está en juego.
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