DEL ALUMBRADO EN LOS REALEJOS A INICIOS DEL SIGLO XX

Javier Lima Estévez

En los inicios del siglo XX, las actas municipales del Ayuntamiento de Realejo Alto nos muestran numerosas cuestiones asociadas a los gastos derivados por el mantenimiento de la iluminación. Sin lugar a dudas, tal aspecto representaba un punto importante para la vida diaria de la localidad. A través de la documentación conservada por las sesiones plenarias, sabemos que el coste de la iluminación llegaría a la cifra de 69 pesetas entre los meses de octubre, noviembre y diciembre de 1901. Por su parte, en la sesión del 31 de marzo de 1901 se vería la cuenta justificada que presentó el alcalde en relación a los gastos ocurridos con el alumbrado público de la población durante los meses de enero, febrero y el mes que terminaba. 

Su importe representaba 39 pesetas y 78 céntimos. Asimismo, en la sesión del 18 de mayo de 1902 se acordó nombrar para encargado del alumbrado público de la población a don Lorenzo Hernández Rodríguez, ante la vacante del puesto por renuncia. El sueldo del nuevo empleado se elevaba a 7 pesetas y 50 céntimos mensuales. Igualmente, en la sesión del 6 de julio de 1902 se trató la cuenta justificada presentada por el alcalde respecto a los gastos presentes en el alumbrado público de la población durante el segundo trimestre de tal año, ascendiendo a la cantidad de 35 pesetas. Durante la sesión del 27 de diciembre de 1902 se observó la cuenta justificada que presentó el alcalde respecto a los gastos ocurridos con el alumbrado público de la población a lo largo del cuarto trimestre del año, cuyo importe ascendió a la suma de 50 pesetas y 60 céntimos. En la sesión del 29 de marzo de 1903 se vieron, entre otras cuestiones, los gastos derivados del alumbrado público de la población durante el primer trimestre del año, elevándose a la suma de 71 pesetas y 83 céntimos. 

En esa misma sesión, se acordó adquirir dos lámparas de luz belga para la escuela nocturna de adultos del pueblo al precio de 15 pesetas cada una. En la sesión del 25 de septiembre de 1904 se recoge, de forma unánime, determinar a una persona encargada para el alumbrado público, con la finalidad de encender y apagar las farolas. El alcalde refleja que don Manuel Pérez, vecino del pueblo, se le presentó para ocupar el puesto, recibiendo por ello una retribución de 10 pesetas mensuales a partir del 1 de octubre de 1904. En la sesión del 2 de julio de 1905 se determinó nombrar como encargado del alumbrado público de la localidad a don Lorenzo Hernández Rodríguez. Por su parte, en la sesión del 24 de septiembre se vieron los gastos generados en el alumbrado público de la localidad, los cuales ascendieron a 87 pesetas y 4 céntimos. La corporación acordó aprobar y librar de su importe al capítulo correspondiente para el presupuesto de gastos. Además, en la sesión del 24 de diciembre se trató la cuenta justificada presente de los gastos ocasionados en el alumbrado público de la localidad, durante el cuarto trimestre del año, elevándose a la suma de 43 pesetas y 83 céntimos. En definitiva, hemos tratado un pequeño conjunto de apuntes que nos aproximan ante el conocimiento de la vida en el lugar durante los inicios del pasado siglo XX.