Bienvenidos al Diario del Valle

SEARCH

jueves, 3 de octubre de 2013

DESDE GUIPÚZCOA: BUZÓN DE INSURGENCIAS

Evaristo Fuentes Melián

Desde San Sebastián de Guipúzcoa a Tenerife, pasando por los aires de Valladolid, Salamanca, Lisboa, Faro, mar Atlántico, al este de Madeira, al oeste de Casablanca, y aterrizando por la cabecera Oeste (Tacoronte) del siempre cuestionable aeropuerto Tenerife Norte, llegué a mi terruño amado después de estar una semana en la 61ª edición del Festival de Cine de San Sebastián. En resumen: me despezuñé y me di un baño de ‘currrtura’.

San Sebastián, la ciudad donostiarra,  ha sido nombrada ciudad europea de la Cultura ‘pal’ año 2016. Mientras tanto, algunas zonas de Santa Cruz de Tenerife  seguirán ‘goliendo’ a la refinería porque no hay modo de arrancarla de ese sitio, debido a sus puestos de trabajo, aunque también produce algunas enfermedades respiratorias, cosa que no he visto publicado nunca por ser un tema tabú.

Y vamos con mis preguntas del buzón de insurgencias, pues insurgente soy al hacer estas sugerencias y comparaciones siempre odiosas y además llenas de una cierta mala ‘milk’:

¿Por qué las autopistas  del País Vasco están perfectas, con un ‘piche’ en perfecto estado de revista, y las calles peatonales de Sanse (por San Sebastián)  tienen adoquines prefabricados de pizarra que no se rompen? ¿A quién, a qué ‘arquiteto’ o ‘iginiero’ se le ocurrió poner en una vía para vehículos a motor, un tipo de adoquín poco consistente, como el de la calle Zamora del Puerto de la Cruz, que al cabo de poco tiempo está deteriorado y lleno de baches y ondulaciones?

¿Por qué una residencia o pensión en Sanse cuesta más cara  que un hotel de lujo en la costa de Adeje -- según veo anuncios en la prensa --  con estas ofertas de temporada baja de turismo, del que dependemos total y absolutamente? ¿Por qué pude comerme un par de plátanos exquisitos, comprados en una frutería de Sanse, mientras que aquí  no suelen dejar sino lo que los exportadores llaman “el repudio”? ¿Por qué el  agua de Sanse se puede beber directamente del chorro (grifo, en la Península), mientras que la de aquí no hay quien se la trague? ¿Por qué  se come y se bebe en el País Vasco en cantidad similar a Canarias, pero en calidad infinitamente superior?

¿Por qué los jóvenes y las señoras mayores  van en bicicleta y hasta en patinete sin peligro por las calles de Sanse?  ¿Y por qué  nosotros, ciudadanos canarios, y por tanto de segunda, caminamos atontados y sin darnos cuenta, por encima del carril bici de las calles de Sanse, cayendo en algo similar al  viejo chiste de la cateta de la sierra de Madrid que bajó a la capital y no atinaba a cruzar la calle por el paso de peatones, y el guardia urbano le puso una multa de cinco pesetas “por cateta”, y ella le entregó al guardia diez pesetas, cinco por ‘ca’ (cada) teta?

 ¿Por qué en el País Vasco no hay casos concretos delictivos tan flagrantes y flamantes como el de Las Teresitas, Tindaya y otros etcéteras más largos que los de aquella célebre obra teatral de Pemán titulada “Los tres etcéteras de don Simón”?  Aquí, en Canarias, cuatro ‘gorrrfos’ intentaron engañar miserablemente  al artista Eduardo Chillida con lo de la montaña Tindaya; Chillida se murió quizá del disgusto al ver el negociete que se pretendía montar a su costa, y unos  cuantos años más tarde todavía hay en este terruño isleño, políticos de alto copete que se empeñan en reavivar y elucubrar con tal  proyecto…

En fin. Ya he llenado por hoy el buzón de insurgencias, otro día seguiré con estas inquietantes  preguntas.  Gracias compañeros, ¡agur!, que en el País Vasco quiere decir ¡hasta luego!, y en el idioma canario del campesino (como dijo el insuperable Nijota en su obra “El amor en bicicleta”): ¡Hasta más ver, que son señas de ‘gorrver’!

                                                                           Espectador

No hay comentarios:

Publicar un comentario