Evaristo Fuentes Melián
Hoy, jueves 25 de noviembre de 2021, se cumplen cincuenta y tres un años del temporal de lluvia con aparato eléctrico y de agua del mar, que asoló una parte del Norte de Tenerife, el 25 de noviembre de 1968. También fue lunes. No ha habido otro suceso de tanta intensidad, después de aquél, en esta zona del Puerto de la Cruz. Recordemos algunos detalles:
El campo de futbol de El Peñón se llenó de piedras grandes procedentes, por la fuerza del aluvión, del parque marítimo anexo, eternamente inacabado...
La calle de Santo Domingo, en el tramo desde el actual
Ayuntamiento (que en 1968 todavía no estaba donde se ubica hoy) hasta el muelle
quedó toda la calle, a lo ancho y largo, llena de pedruscos de gran tamaño que
fueron arrastrados por la fuerza de las aguas desbocadas.
Las olas gigantes sobrepasaron la entonces recién estrenada Avenida de Colón, y llegaron hasta el vestíbulo del Hotel Valle Mar, entre otras edificaciones.
La playa de Martiánez, ya de por sí alborotada, se vio inundada en toda la superficie hasta cerca del último risco de dicha playa, que nosotros llamamos Risco de La Restinga. Toda esa enorme superficie, se llenó de grandes bolos, piedras y callaos, procedentes del barranco de Martiánez, que luego fue objeto de una obra de encauzamiento y refuerzo lateral.
En la barriada que linda con el barranco de San Felipe, al oeste de la ciudad, la escorrentía arrancó de cuajo la cimentación de una esquina de un bloque de viviendas colectivas, y dejó la cartelera de cine colgando en el vacío. ¡Merecedora de una foto de premio!
Hay que decir que en tos estos años, mucho hemos escrito, de lo que se vivió, y cómo lo recuerdan.
Otros de los titulares que se publicó fue:
LA FUERTE LLUVIA RECORDÓ AYER LA TRAGEDIA DE NOVIEMBRE DE 1968
Las lluvias que cayeron ayer sobre el Norte de Tenerife, con
especial fuerza en el Valle de La Orotava, sólo son comparables en intensidad,
aunque no en daños personales y materiales, al histórico aluvión acaecido a
finales de noviembre de 1968 en la misma zona. EL DÍA publicaba hace 41 años la
crónica de un aluvión -traído de nuevo a la memoria por las lluvias de ayer-
que destruyó numerosas viviendas en las barriadas de San Felipe y Carlos Arias,
en la ciudad turística, y terminó con la vida de dos personas, una en el Puerto
de la Cruz y otra en Santa Cruz de Tenerife.
La crónica de EL DÍA en 1968 cifraba en 40 las viviendas
destruidas por la riada, la mayoría en los márgenes del barranco portuense de
San Felipe, el mismo que ayer engulló varios vehículos. Además, detallaba un
rosario de daños en municipios del Norte, con calles y casas inundadas,
carreteras cortadas, derrumbes y cortes eléctricos. El acceso a Punta Brava
quedó cortado, se hundió parte de la Calzada de Martiánez y las playas
portuenses quedaron anegadas de barro. El techo de una vivienda de la calle
Calvo Sotelo tampoco pudo soportar entonces la fuerza del agua, aunque sus
moradores no sufrieron daños.
Según publicaba EL DÍA ese año, se registraron 71 litros de
lluvia por metro cuadrado, una cantidad muy similar a la caída ayer sobre la
ciudad turística.
El ex alcalde del Puerto de la Cruz y ex delegado del Gobierno
de España en Canarias, el periodista Salvador García Llanos, recordaba en su
blog el pasado día 24 de noviembre de 2008 el 40 aniversario de este aluvión.
García subraya en su página de internet que el temporal produjo
una "crecida sin igual del barranco San Felipe", similar a la
acontecida ayer, aunque en el caso de hace 41 años se cobró una víctima mortal,
arrasó la recién construida calle Blas Pérez González y destruyó viviendas.
Salvador García señala que "estuvo lloviendo sin cesar
durante horas. Cundió la alarma y los habitantes de los bloques de las
populares barriadas estaban en la calle. La fuerza del barranco arrastraba
cuanto se encontraba a su paso".
Lo peor llegó con la aparición de un cuerpo decapitado,
"atrapado entre las piedras y un montón de maderas en el barranco de San
Felipe", indica el ex alcalde. La víctima era un vecino de Los Realejos,
de 40 años de edad.
García relata que algunos vecinos de las barriadas fueron
ubicados en un alojamiento provisional del empaquetado de Yeoward, "aunque
también se habilitaron otros albergues".
Los daños del temporal de 1968 llegaron también a las
localidades de La Orotava y Los Realejos, donde los barrancos de La Playita y
La Raya, en La Montañeta, se desbordaron. En el caso del barrio realejero, la
fuerza del agua destruyó el campo de fútbol.
"El pleno del ayuntamiento se reunió días después, el 4 de
diciembre, en sesión extraordinaria. Era alcalde Felipe Machado del Hoyo
-indica García-. El pleno analizó y evaluó lo ocurrido. El acta de la sesión
recoge que siete viviendas quedaron literalmente desaparecidas. Las obras de
encauzamiento se vieron notablemente destruidas, de modo que el Ministerio de
Obras Públicas tomó medidas urgentes para reponer los fuertes del barranco que
desaparecieron y garantizar las propiedades públicas y privadas de sus riberas
ante futuras crecidas".
Dejando memoria de la tragedia, donde afecto a todo el norte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario