Evaristo Fuentes Melián
Golpe uno. - Dice el filósofo: “Yo creo que la madurez
comienza el día que uno decide que nunca volverá a ensalzar los ideales
radicalmente puros porque en el fondo nos parecen pataleos inanes que nos
alarmaría ver realizados. Y la sabiduría se alcanza si esa decisión va
acompañada de la ascética renuncia al cinismo y a la autocomplacencia”.
Golpe uno bis. - Y un amigo mío le dice a otro amigo común:
“Ten cuidado con las expresiones que escribes, porque te pueden repercutir,
aunque yo sé que lo que escribes no es lo que realmente deseas que se haga
literalmente”.
Comentario: ambos golpes, uno y uno bis, proponen franqueza
frente a hipocresía.
Golpe dos. - Hay en
la actualidad un cinismo progresivo latente. Esto me recuerda al personaje Don
Lope, interpretado por Fernando Rey en la inolvidable película ‘Viridiana’. El
tío de la monjita Viridiana se declara dadivoso y pulcro, de apariencias
intachables, pero en sus interioridades hay un sinvergüenza de tomo y lomo.
Golpe tres. - Armamento. Noticia reciente: EEUU/ Trump ha
concedido a Arabia Saudita una inversión/préstamo de 380 mil millones de
dólares. Y lo que es peor, casi un tercio, 110 mil millones, son para
Armamento. ¡Agüita!
Golpe cuatro. - En consecuencia, el Yemen, vecino de Arabia
Saudita, por lo pronto arde en protestas, manifestaciones multitudinarias y
miseria rampante; luego puede que vengan otros ardores bélicos, la guerra, el
fuego… amigo o enemigo, lo mismo da.
Golpe cinco. - Cambiemos de tercio: Un inconformista recalcitrante
hace la pregunta del millón: ¿qué nimiedad, qué nadería fue ese debate anodino
y reiterativo que pagamos todos, entre ese triunvirato Susana + Sánchez +
Patxi? ¿Por qué no se pagan sus propagandas y contra/propagandas los partidos
políticos, del bolsillo de sus propios individuos?
Golpe seis. - ¡Ay mi wasap! Abandonar el grupo, eso es lo
que se propone una escritora famosa. Pero es difícil conseguirlo, el wasap ha
irrumpido íntimamente en nuestras vidas y te acosan con chistes anodinos y
reiterativos. Y guarros.
ESPECTADOR
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