Esteban Domínguez
En estos momentos recordamos algunas personas, a las cuales
les estamos muy agradecido, ellos son doña Elisa Gonzáles de Chaves. Don José
Siverio Pérez, Don Domingo Luis Estrada, Don José Hernández Toste, y Dr. Don Antonio González.
Todos ellos realizaron por este pueblo -el de Arriba y el
de Abajo- buenos trabajos para bien de Los Realejos y de todos sus habitantes.
En estas fechas festivas
de mayo, al parecer algunos ya los recuerden, sin embargo, doña Elisa realizo
un gran trabajo, del cual el Sr, Sánchez Parodio, comento hace años en un medio
de comunicación, y que en Santa Cruz de Tenerife le pusieron una calle, si la
memoria no me falla.
También se solicitó al ayuntamiento de Los Realejos, que,
en los aledaños de la parroquia de la Cruz Santa, figurara su nombre- me falta
aún saber, si esa petición se llevó a cabo, o está pendiente de acuerdo
plenario.
Al Padre Siverio no hay que olvidarlo ya que es el único
“Hijo Predilecto” que nos queda. Salvo que don Manuel Domínguez decida si Don
Pedro “el del barraco” hijo adoptivo de la Villa de Los Silos, que según me
comento hace pocos meses, fue él y otras personas los que “fabricaron” el santuario
del Carmen, y con esto no quiero entrar la polémica con nada, pero cada cosa en
su sitio.
Recordemos que fue Don Domingo Luis Estrada, el primer
alcalde de la Unión de ambos Realejos, el que dio la cara, para que la Virgen
del Carmen, tuviera hay este Santuario, mientras otros, lo niegan.
De don José Hernández Toste, tengo que añadir que era una
persona que prestó muchos favores, al igual que el Doctor Don Antonio González,
el que fuera Rector de La Universidad de la Laguna, persona, muy estimada en
todas partes.
De Don José Siverio Pérez, añado una vez más, que, gracias
a él, el Realejo de Abajo, después del incendio de la Iglesia de la Concepción,
que pudo llevar a cabo la reconstrucción de la parroquia matriz de La
Concepción del Realejo de Abajo, mientras otros pedían al “bombo y platillo”
que se construyera un campo de fútbol o un “poli deportivo”.
En fin, no quiero que gente de mal gusto –que para todos
los hay- interpreten mis palabras, puesto que a la vista está, en trabajo
realizado por estas personas, que, sin interés alguno, dieron la cara, por un
pueblo mejor, más agradable y optimista. Como no podía ser de otra manera.
Y esto hay que recordárselo, a todos aquellos que se
olvidan quienes han dado la cara sin pedir nada a cambio, por un pueblo mejor
para todos y más agradable, y que quienes llegan a Los Realejos, sigan
recibiendo con buen agrado, la Sal y el Pan de la Amistad, indudablemente.
Estas y otras personas, las seguiremos recordado. Y al
mismo tiempo decirles, que no sigamos mirando al ombligo sin antes valorar, lo
que tantas gentes han hecho por la actual Villa de Los Realejos.
Insisto, no quiero que se mal se interpreten estas líneas,
pues hay personas que trabajan en silencio, y eso tiene un gran valor para
todos los realejeros.
Aquí tiene su calle Don José Rodríguez Ramírez. Ahora
parece que en el periódico EL DIA que dirige su hija, se olvida de todas
aquellas personas que desde este pueblo colaboraban con EL DIA, y que como no
podía ser de otra manera, pidieron que este ilustre tinerfeño del barrio
santacrucero del Toscal, tuviera en Los Realejos, para honra de toda una calle,
que llevara su nombre, muy merecidamente.
En fin, la vida pasa. La gente se olvida, pero como decía
Don Juan A. Padrón Albornoz, en el corazón del corazón, caben, grandes y gratos
recuerdos que pasaron a la historia de este municipio norteño.
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