Esteban Domínguez
Después de lo visto en las presentes fiestas de mayo,
esperemos que este pueblo recupere la armonía, el trabajo para el que no tienen
y que el nombre de Los Realejos, como no podía ser de otra manera, recupere la
alegría, y todas aquellas necesidades sean de una u otra manera compartida.
Que se tenga en cuanta, que existen cosas que precisan de
realidades, y creo que, con atención, y con cautela, se pueden recuperar si
hubiese voluntad.
¡Querer, es poder! Y todo buen político, que conozca bien a
nuestro municipio, sabe muy bien que hay cosas bien hechas, pera faltan algunas
otras que realizar.
¿Qué va a pasar con el cine Viera?, es una pena que esté en
las condiciones que hemos visto en estos días.
Sin embargo, vio que el Realejo de Arriba ha mejorado, sin
duda alguna, pero no que no podemos es, quedar anclados en seguir “parcheando”
algunas cosas que se deben mejorar, si nuestros políticos lo quisieran, y de
dinero no quiero hablar, porque sabemos que las instituciones, tienen la
obligación de atender adecuadamente, los problemas de nuestros ciudadanos, para
honra de nosotros mismos y de cuentos forasteros, lleguen a Los Realejos.
Hablar de mayo, es
hablar del mes delas flores, de las Cruces, de los fuegos, de San Isidro
Labrador y de Santa María de la Cabeza, y de Ntra. Sra. de Los Remedios.
De romerías como no podía ser de otra manera. Una tradición
que ha continuado su trayectoria desde hace siglos, y espero que estas
costumbres nunca se pierdan.
Todo eso es verdad, pero es una obligación política
resolver nuestros ciudadanos.
Don Manuel Domínguez y Corporación, le deseamos que colme
Vd. con disciplina su programa electoral, y que recuerde que, en Los Realejos,
hay y sigue habiendo, mucha gente necesitada, que no lo está pasando nada bien.
Estamos en fiestas, ya la llave de los “malos” recuerdos
las hemos tirado al mar. Y mi consejo es que este pueblo en el cual sus vecinos
reciben a sus forasteros ofreciéndole el Pan y la Sal de la amistad, siga por
la agenda del progreso, de la armonía, y todos aquellos que nos visiten sean
bien recibidos, no sólo en nuestras fiestas mayores, sino además los 365 días
del año, y que repitan sus visitas, a muchos lugares de Los Realejos, dignos de
visitar, como lo podía ser de otra manera y con la “miel” en los labios.
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