Juan Antonio Gómez Jerez
“¿Por qué se ha de temer a los cambios?
Toda la vida es un cambio.
¿Por qué hemos de temerle?”
George Herbert
Bajo las olas
tu mirada perdida mira a donde no se mira nada, con el
color perdido en el agua que acaricia el aire. Se va alejando el viento de tus
olas, se va borrando con el miedo. Bajo las olas, el color se desvanece, se
pierde, se desdibuja, se disuelve.
La mañana
había amanecido fresca, como tú, como un soplo de aire que
me acariciaba la cara, dulcemente, suavemente. De una manera silenciosa, el
silencio se apoderaba del alba, de su luz, de su color, de su vitalidad.
Solamente el canto de un gallo perdido entre aquellas montañas violaba el
silencio de ver llegar el día. La mañana entonces concedía su luz a todo
derroche, a todo color, a todo mar, como una explosión, la sensación de
saberte, de sentirte, de escucharte; de entenderte libre como el viento, de
tenerte por primera vez.
SONETO IMPERFECTO DE DESAMOR
Desperdigada está mi alma en tu partida,
y de desconsuelo está el cielo aborrecido
como una mano de sueños dormida,
este corazón está desaparecido.
Se apresura el alma a la partida
de este pobre soñar adormecido,
y una sonrisa desvanecida,
vive en este sueño, loco y empobrecido.
Irrumpes tumultuoso con tu sonrisa
en esta habitación llena de desencanto,
y sigiloso, te marchas con prisa.
Y derramando su estúpido llanto,
de tu paupérrima alma circunciso
descubro que hay un corazón de pobre canto.
AYER
Ayer,
que tu mar era mi mar, de lágrimas…
Tu montaña era mi refugio
MÁGICO.
Ayer,
cuando soñaba que
te miraba a los ojos…
LÚDICO.
Ayer,
cuando la ola se encrespaba
y se oía tu sonrisa,
ESTRAMBÓTICA.
Ayer,
cuando la luna era de los poetas
y hoy luna llena,
LUNÁTICO.
Ayer,
que soñaba en silencio
que desandaba el camino,
ERRÁTICO.
Hoy,
que desando lo aprendido
y aprendo la libertad en silencio,
FANÁTICO
SIN TI, AMOR
Amor,
Sin ti, nada,
Silencio,
vacío.
Amorfo este color que me rodea
como una despedida sin lágrimas.
Amor,
te echo tanto de menos;
lejano, en este tiempo y en el espacio
como una máquina del tiempo que un día se nos perdió.
Amor,
buscado,
deseado,
vivido,
rodeado de los sueños que habitan en nuestros corazones,
que se buscan en nuestros propios laberintos.
Amor,
abierto,
rodeado,
perdido,
como un naufragio sin capitán.
Amor,
de esperanza,
de labios compartidos;
amor que me espera al otro lado de la acera
con impaciencia.
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