Salvador García Llanos
El caso es que el Puerto
de la Cruz ha quedado fuera de la firma, en Madrid, de la carta fundacional de
la Asociación de Municipios Turísticos de Sol y Playa, suscrita por los
alcaldes de Adeje, Arona y San Bartolomé de Tirajana. Aunque haya tiempo de
adherirse -un suponer, nadie ha dicho nada-, lo cierto es que, en el arranque,
la ausencia portuense se interpreta como una señal más de la pérdida de peso
-el liderazgo hace tiempo que pasó a otras manos, más potentes- en el concierto
de los municipios turísticos. A las tres localidades canarias citadas, hay que
sumar Calviá, Lloret de Mar, Salou, Benidorm y Torremolinos, de lo más granado
en el ámbito de los destinos españoles.
La flamante asociación está avalada por la Organización
Mundial del Turismo (OMT) y la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos
Turísticos (CEHAT), la patronal del sector. Los ocho destinos firmantes
representan, por sí solos y con diez millones y medio de viajeros, más del 10%
de los casi cien millones de movimientos turísticos registrados en España en
2016; y el 16,5% de los trescientos treinta millones de pernoctaciones. De tal
asociación, de lo que simboliza su constitución y puesta en funcionamiento, ha
quedado fuera el Puerto de la Cruz.
Para quienes se estén preguntando para qué va a servir esta
fórmula, la primera respuesta es que estamos ante una emergente interlocución
en la relación con las distintas administraciones públicas, orientada, según
las primeras manifestaciones de los promotores, a canalizar adecuadamente la
participación de los destinos en el acceso a programas y financiación de los
recursos públicos. La valoración de la importancia estratégica en el sostén de
la productividad económica es primordial. La revisión de los sistemas de
prestación de servicios y mantenimiento, pensada para nativos y visitantes, es
otro elemento de trabajo. De todo ello ha quedado fuera, al menos de momento,
el Puerto de la Cruz.
El turismo -lo ha dicho el alcalde de Adeje, José Miguel
Rodríguez Fraga- “requiere de nuevos conocimientos y avances”, orientados,
naturalmente, a innovar y cualificar el producto y el destino, además de
“ofrecer y prestar servicios públicos más eficientes”. Por tanto, que los
regidores de ciudades que han crecido y se han desarrollado turísticamente al
calor de la fórmula sol y playa -durante un tiempo denostada, pero últimamente
cada vez más apreciada-, hayan coincidido en planteamientos que son comunes y
entrañan la suficiente importancia como para mejorar sus estándares
competitivos, resulta importante pues los avances, impulsados por la OMT y la
CEHAT, serán determinantes a medio y largo plazo, sobre todo si se ralentiza el
proceso de crecimiento.
El Puerto de la Cruz ha estado ausente en la constitución
de esta alianza. Tiene que preocupar. En esta larga carrera, los fondistas
tienen mucho que decir. Pero si no están ni se les espera, malo. La de Madrid,
no era una foto más de la que se puede prescindir. Era el primer paso con el
que otros, que luchan por lo mismo, se han adelantado.
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