Teresa González
Otra vez me envolvió
la danza verde de las hojas,
esas, que he dejado sin color
de tanto mirarlas.
Otra vez sentí profundo
el perfume de su cuerpo
alimento involuntario
en el camino sin llegada…
Y otra vez bebimos el éter del secreto
delirio de los seres
que platican desde adentro.
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