Teresa González
Llegué
donde el brillo de sus ojos
era mi brillo
Llegué
donde mantuve ausente
toda mi existencia
Llegué
donde mis hermanos de universo
amaron lo que yo
Llegué
donde no llegué antes
a buscar su mano masculina
Llegué
cuando la luz divina
alumbró mi camino
Llegué,
contrariamente a lo que pienso,
ahí donde llegué
encontré mi nido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario