Lorenzo Soriano
De las peores materias que la clase Política ha tratado en
Las Islas Canarias, es también la Materia Fiscal. El acercar la Administración
Tributaria con impuestos cedidos y locales, era para ayudar en cercanía. Pues
bien, esta cercanía se ha transformado en algo opresivo, recaudatorio,
intimidatorio, las más veces Ilegal en la incoación y en el tratamiento de su
exigencia, pero lo peor es la indefensión absoluta y arbitraria, a la que
somete al Contribuyente Físico o Jurídico residente en Canarias. ¡La pura
vergüenza y los miles de reclamaciones obligaron a cerrar oficinas tributarias!"trabucaires"!,
donde se imponía la pernada fiscal.
De la miríada de impuestos, tasas, tributos, y demás
obligaciones fiscales, la mayoría desnortadas e incumplibles, destacan los
inevitables IGIC y AIEM (antes APIC).
El Impuesto General Indirecto Canario, podíamos decir,
asimilable al ITE, aunque distinto en su naturaleza, puede ser soportado y
repercutido por todos los agentes intervinientes en el proceso económico, salvo
el consumidor final que no puede a su vez trasladarlo. El AIEM, o Arbitrio
sobre Importaciones y Entregas de Mercancías, hoy en día alcanza a más del 60%
de lo que entra en las islas, cuando era un arbitrio para proteger a las empresas
que fabricaban en Canarias. Esta cuestionado Jurídicamente y es una de las
causas de la pobreza de las islas.
Por este concepto se recaudan más de 150 millones de
€(Meuros).
No es trasladable y recae sobre el importador en su
totalidad.
Suben Igic y como ya está en insoportables limites, le dan
a la manivela del Aiem, impuesto contestado y reclamado ilegal.
La Recaudación del IGIC, supone unos 1.700 meuros al año. Entre ambos
dos impuestos, detraen del bolsillo de los contribuyentes finales alrededor de
2.000 meuros al año. Una auténtica barbaridad. Lo que realmente no sabemos es
en que se gasta o a que se destina dada la poca fiabilidad de veracidad de las
cuentas anuales de la Región. Pero es que, además, "obliga" a que los
empresarios trasladen el AIEM a sus precios, lo que supone otro mordisco más a
los bolsillos de los ciudadanos de aproximadamente 300 meuros, que añadidos a
los 2.000 meuros correspondientes a los costos de transporte, no subvencionados
por lejanía ni insularidad, arrastres, seguros y DESPACHOS aduaneros
incomprensibles, provocan una paralización del comercio, que el turismo se
retraiga en compras y una falta de liquidez en los ciudadanos. Lo que ocurre
realmente es que el 99% de los empresarios, al considerar el AIEM un "mas
costo", no lo separan de los impuestos para aplicar el margen. Con lo
cual, la factura de incidencia del impuesto se duplica para el consumidor y le
resta, repito, capacidad de adquisición y ahorro, llevándonos a que disminuya
el intercambio y actividades anexas, por falta de demanda o de aceptación del
precio, inalcanzable para muchísimos ciudadanos.
Es como cuando se le incoa un impuesto a un banco y dice el
Sr. ministro que "en absoluto repercutirá en los precios de los usuarios,
pero que incluso antes de comenzar la recaudación se aplica y a doble. O como
los sobrecostes corruptos, que jamás sabremos que nos cuestan lo que los políticos
se llevan, ya que, si se les destina un 3 ,4 o 10%, lo que se carga en las
facturas corruptas es como mínimo el doble. Y de Oca a Oca y la piñata para
quien le toca. Como no venga alguien serio a poner orden, nuestro paro no
bajara del 30% ni con que vinieran 15 millones de turistas, muchos de ellos
"prestados”.
Queremos unas Canarias, de vuelta a lo más parecido a Puertos Francos o
Paraísos Fiscales para que podamos desarrollarnos y competir con nuestras
"Metrópolis" europeas en igualdad de condiciones. Si es pedir la
Luna, la estoy pidiendo y pedimos mucho menos que otras comunidades que piden y
les dan, peores imposibles.
A reflexionar.
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