Teresa González
Estoy aquí, bostezando el sueño de mi cuerpo,
pensando, al frente de ese manto de estrellas
hirientes, que brillan sus pálidas pupilas
y gastan su luz artificial en el tiempo…
Pienso, en el tedio otoñal de una relación
en medio de la enemistad del corporal cambio,
mitad de la edad licenciada por el sabio
o deidad que permitió mi evolución.
Pienso, en el círculo que sus días cierra,
círculo ─otro
nuevo─ que me invita a
volar
si puedo hoy retomar el sueño que sin pensar
ni mirar hacia atrás niño le dejé en la sierra
voraz de una primavera que ese encanto encierra,
fuera de esa puerta que hoy abriré sin dudar.
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