PENITA PSOE

Lorenzo de Ara

Tal cual es la conclusión que un lector saca después de leer a Carlos Elordi en el periódico El Diario, propiedad de Ignacio Escolar, hombre y profesional muy centrado en llevar a cabo un periodismo riguroso, independiente y plural, siempre y cuando, ojito, lo bueno esté en la extrema izquierda, y todo lo malo, hediondo y merecedor de la guillotina, se encuentre en el centro o en la derecha democrática.

 Por supuesto, el humanismo cristiano representa el mal absoluto.

Así es el buen periodismo de los carcas y de los jóvenes agusanados de esta profesión de la que un servidor mal vive.

Cierto es, porque lo leí en algún sitio, que lo que representa Susana Díaz es la vuelta del PSOE al BOE. El anhelo. Y el PSOE sin Poder (absoluto) es un partido que se come a sí mismo.

El ejemplo lo tenemos en el PSOE del Puerto de la Cruz.

Derrotar al PP parece la solución de todos los males que aquejan a la todavía España, llena, por cierto, de españolitos de medio pelo. Intelectualmente.

Y para derrotar, humillar, enterrar en cal viva (¿por qué no?) a la derechona (la herencia del 34 rebosante de salud) se pide, se exige, qué coño, la toma de la calle. La voladura de la calle. ¿O no?

Porque derechona es todo lo que no esté adherido a Podemos. También el PSOE se masturba ideológicamente pensando en un vis a vis con los perroflautas.

¡La libertad es no lavarse y así oler a revolución!

Y Pablo en las Cortes enseñando al mundo el alto nivel de nuestra cultura democrática: "Me importa un comino el informe de los letrados, me importa un pimiento, un huevo, un rábano o me importa un pepino. O incluso tiene usted otras fórmulas más directas: me la trae floja, me la suda, me la trae al fresco, me la pela, me la reflanfinfla...Incluso he encontrado una que creo que se adapta perfectamente a su estilo: me la bufa". Se dirigía a Mariano Rajoy, impertérrito.

Entre la corrupción que vive dentro del PP, (muchos hombres y mujeres de ese partido trabajan para erradicar la herencia venenosa) y la alternativa a la bazofia democrática que sufrimos, existe otra vía. ¿El exilio? Ay, la soledad de Celtiberia, Laponia. Y no tener acceso a internet, por supuesto.

La mal llamada superioridad moral de la izquierda del Puerto de la Cruz me saca de quicio. A los chisgarabís de la pocilga, a los tragaldabas  de mentiras históricas (qué penita contemplar a jovencitos que se preparan comulgando con ruedas de molino), al ponzoñoso intelectual del localismo socialista portuense que no para de pontificar en plazas, redes sociales, entrevistas, a todos esos socialistas que entienden el progreso como un mazacote que impide el diálogo y la colaboración con otros partidos, otras personas, a ustedes, hoy en la oposición local, a ustedes, que no ven más allá de una nariz encamada, de una lengua mendaz, de unos ojos obturados, a todos ustedes, cegados por la intransigencia y la pesadumbre de una derrota histórica (otra vez) que les mantiene en la oposición más estrafalaria, yo les digo (escribo) con el cariño que les tengo, que para recuperar credibilidad, el único camino es el que lleva a la colaboración. Pero muchos entienden que colaborar supone arrodillarse, perder identidad, la dejación de funciones.

¡Cuán corta e inapetente es la política, cierta política de izquierda municipal!

P.D. Se consigue, al parecer, solucionar el eterno problema de la parcela para construir un intercambiador (yo no quiero una mastodóntica estación de guaguas) en nuestro Puerto de la Cruz, pero otra vez nace el revuelo. Pues yo aplaudo el trabajo realizado. Y de paso, rechazo que nuestro gobierno (porque es el gobierno de todos y cada uno de los portuenses) esté tutelado por el Cabildo. 

Cuando las voces en el Puerto de la Cruz clamaban por un Cabildo aliado de la ciudad, recibiendo el silencio, la indiferencia o el insulto por respuesta, todos (yo me incluyo) dábamos a conocer nuestra indignación. Pero ahora que la afectación ha terminado, que la mímesis ya no está presente, ahora que las relaciones no se encuentran enlodadas, también ahora hay revuelo. Y yo, el hijo de Periquín y Adela, sí creo en esta amistad Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento del Puerto de la Cruz. ¡Que dure!