Juan Antonio Gómez
Jerez
¿Llega el “net-exit”? comienzan
a surgir grupos de personas que quieren desligarse de las redes y del móvil,
dejar esa dependencia electrónica para volver a la vida real.
Hace tiempo que todos
nosotros estamos sometidos y dependientes a todo lo que es internet y su mundo
satelital de redes sociales, sean éstas del tipo que sean. Como quiera que sea,
no eres nadie si no estás inmerso, si no eres youtuber, instagramer, influencer,
si no tuiteas, etc. Palabras nuevas que poco a poco se han ido introduciendo en
nuestro idioma y que del mismo modo han ido cambiando todo nuestro mundo
socio-cultural.
Hace tiempo también y
debido a la influencia negativa que según muchos científicos y entendidos
sociales, achacan a los móviles, internet y redes sociales, ha surgido un
pequeño movimiento de personas que desean, desaparecer, en cierta forma, de
este universo tecnológico, de la Mátrix del Siglo XXI.
De momento es un
movimiento incipiente, pero no se sabe a dónde puede llegar toda esta
inter-relación entre las personas, ni tampoco los medios a usar. Es un
movimiento que no renuncia, evidentemente, a relacionarse entre sí, sino que,
intenta depender lo menos posible de las redes sociales y recuperar un estado
más normal, natural de las relaciones entre las personas.
Dicen las estadísticas
que ocho de cada diez españoles, estamos enganchados de forma habitual y
durante todo el día a internet, al móvil
y a las redes sociales, de forma tal que, no dejamos de estar pendientes de
ellas casi en ningún momento, de tal forma que, nada más abrir los ojos, muchos
de nosotros miramos el móvil para, de una forma virtual, conectarnos a la vida
cibernética. Tengo que reconocer que yo soy el primero que muchísimas veces lo
hago, por eso mismo, me doy cuenta de que esta nueva forma de relacionarse con
el mundo, que no dudo que tenga cosas maravillosas, también es posible que nos
haga contraer un síndrome al consumo desaforado de las redes y todas y cada una
de sus guindas y trampas que prepara para cada uno de nosotros. Yo supongo como
mucha gente, que nada es tan bueno porque nada es tan malo.
“hace unos días, en una reunión de amigos en un
restaurante, de repente levanté la mirada y pude ver como todos los que
estábamos sentados en aquella mesa estábamos más pendientes del móvil que de
los unos de los otros”.
Hablando después en esa
misma situación con los amigos, llegamos a la misma conclusión todos, de que
las redes nos han enganchado, y poco a poco, nos vamos alejando los unos de los
otros, situación que paradójicamente, hace que el Mundo entero esté más inter
conectado que nunca.
¿Cuál es el problema
realmente?
Los que hemos cumplido
unos añitos y hemos visto nacer y crecer esta tecnología, podemos echar un poco
la vista a tras y recordar cuando aun esta tecnología no era hábil y tan sólo
en el cine de ciencia ficción podíamos imaginar lo que vendría para eso del año
2250, era el futuro y el futuro se ha tornado presente.
A muchos nos ha hecho
más cómodas algunas cosas, es una tecnología que puede ayudar a muchas personas
en el trabajo, cultura, sociedad, etc. De hecho han surgido nuevas formas de
comunicación e incluso profesiones como las de influencer, youtuber,
instagramer, etc. Me parece que convivir con las tecnologías modernas está muy
bien siempre y cuando sean para facilitarnos y ayudarnos a crecer como personas
y sociedad, pero, yo veo en muchos casos que la propia sociedad y el avance de
la misma, impone, cada día con más fuerza, el uso desmesurado e indiscriminado
de las redes. Quizá sea sólo percepción mía.
Ahora mismo, abres
cualquiera de las redes sociales, y de forma instantánea e inmediata estás viviendo
lo que sucede en cualquier lugar del mundo, ya sea la hermosa belleza de un
nacimiento en directo o el terrorífico ataque de un suicida en un supuesto
atentado.
A veces me he
preguntado dónde está el límite; quizá no lo haya, el ser humano no es prudente
ni comedido, más bien todo lo contrario, incluso me atrevería a decir que el
morbo que producen muchas imágenes hace que cada día nos enganchemos más y más a
la RED DE MATRIX…
Se está dando la
situación en varios países y sociedades occidentales altamente tecnificadas, la
necesidad de muchas personas de volver un poco a la vida natural.
Yo no renunciaría del
todo a la tecnología como tampoco lo haría de la vida natural, pero como ya
digo, creo que no somos comedidos ni prudentes.
Probablemente todo sea
cuestión de salud mental, tanto individual como colectiva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario