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miércoles, 8 de marzo de 2017

¿HAY DOS VARAS DE MEDIR, UNA PARA EL RICO Y OTRA PARA EL POBRE?

José Peraza Hernández

Como a la mayoría de los ciudadanos, nos gusta saber con qué nos encontramos cada mañana. Al igual que nos place saber el tiempo que va a ser. Hoy no vamos a hablar del tiempo. Hablamos de cómo mide la justicia las sentencias de los ricos y las de los pobres.

He leído en el periódico EL DÍA, con fecha el 24 de febrero del presente año 2017 lo siguiente.
Punto 1-. El titular decía “Blesa, condenado a seis años de presión, y Rato a cuatro y medio”

Punto 2.- En este mismo diario, leo un nuevo artículo sobre las mismas personas, con fecha del 4 de marzo, con el título “La Audiencias rechaza imponer medidas cautelares a Rato y Blesa”

Punto 3.- Otra aludía a las sentencias en el caso de Urdangarín y su esposa la infanta Cristina: “Urdangarín queda en libertad sin fianza y seguirá viviendo en Suiza”

Punto 4.- Y por último, una noticia de vergüenza que se ha podido hacer público gracias a las redes sociales y en la misma prensa, donde leemos en su titular: “Juzgan a dos ancianos acusados de robar una lata de anchoas”, una mujer de 92 años y un hombre de 76 años, con fecha 20 febrero 2017. 

Estos son cuatro casos que producen indignación, porque no hay por dónde cogerlos.

Está claro que los ciudadanos respetamos las sentencias de nuestros Jueces, como no puede ser de otra manera; aunque, otra cosa es que la compartamos. Porque nos parece que hay dos varas de medir. De hecho, eso se ha oído desde siempre y los hechos parecen corroborarlo.

Otro de los aspectos que se vienen observando son los rife-rafes, entre los Jueces, Magistrados, entre otros. Esto no es serio, creo que estos espectáculos que se están realizando últimamente no son adecuados. Por otra parte, se habla de las filtraciones de los casos de secreto de sumario. A este ritmo los vamos a ver en el programa de “Sálvame”.

Yo me pregunto, los jueces no tienen en cuenta los días que llevan trabajando, semanas, años, las horas de la policía y los funcionarios, los gastos de material…  Y todo eso lo pagamos los de siempre, los ciudadanos (…)

Ha Habido un Boom mediático con los casos de corrupciones; todo esto da hasta miedo y lo vemos en los telediarios; donde se dice, presuntamente, se procedió a la detención de Pepito o Juanito, a su hermano o a su cuñado. Al final, todos quedan anotados en la piedra del hielo, esperando que la misma se derrita.

Al final, mucho bombo y platillo, pero nadie es condenado, y no devuelven el dinero, en muchas ocasiones. Se ve que es mucho más fácil juzgar al pobre que al rico. Está claro que el plato roto lo paga el menos pudiente, y eso está más claro el agua.

Y, por último, para no cansarlos, en estos casos que hemos mencionado, me ha hecho gracia las palabras dictadas por el Juez o Jueces: “Hemos comprobado que se han portado bien en el juicio, los pobres son niños buenos”. Por Dios, ¿es qué no puede ser de otra manera?

Así que después de todo lo comentando, a seguir reflexionando (…) 

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