Rosario
Valcárcel Quintana
El
día que los niños dejen de imaginar, el mundo se parará, Astrid Lindgren.
Emilio
Almoguera nació en Guadalajara, España pero se siente cautivado por el paisaje
de las Islas
Canarias, por su entorno, por su luz y por su mar, por la estética creativa de
la isla. Por la naturaleza y las personas que la habitan, y según sus palabras por
la canaria más guapa que había en el archipiélago, María Encarnación Ramírez quien
le llevó a anclarse en esta tierra.
A
creer en la isla como universo de ensueños. Y a descubrir el panorama artístico
y al creador de este proyecto pictórico el curador Diego Casimiro. Un proyecto
llamado Epigramas.
Visuales
que nuestro pintor ha ejecutado con conocimiento y equilibrio. Una muestra que
en un primer momento puede parecer realista pero es sutil y alegre. Con una
explosión de color tal que se convierte en el protagonista indiscutible de la
producción artística de Emilio Almoguera.
Una
obra que tiene mucho de arte pop o "Arte Popular” y que recrea la temática
del retrato con trazos atractivos del cuerpo desnudo de la diosa erótica, todo
en el mismo lienzo a lo Andy Warhol.
Así podemos ver recreaciones seriadas de señoritas bañistas y señoritas Setas.
Adquiere
protagonismo las simpáticas alegorías a la arquitectura rural, sus fachadas y
sus casas cúbicas. Fachadas a medio reparar, algunas desdibujadas con letreros
que describen la economía del país y el humor del autor. Obras matéricas que
representan el volumen y le otorgan expresividad a la composición que Almoguera
realiza con recortes de madera, pinzas de la ropa u otros objetos como en su
obra geométrica en donde roza la abstracción.
También
hace el pintor un homenaje al luminismo de Jorge Oramas, al tipismo y a la
esencia de las islas y lo hace con un sello particular de credibilidad y
honradez pictórica.
Desarrolla
el dibujo en paisajes y mujeres canarias, campesinas con un aire de
indefinición entre la soledad y la desolación que tanto reivindicó nuestro
pintor grancanario. Plasma obras repletas de intimidad, de perspectiva, de
luces. Proyecta expresionismo mágico, paisajes del mar de la isla. Velas
marinas y barcas pensativas, varadas sobre el espejo de la arena de la playa.
Y
en el silencio azul nos transporta a las imágenes del Puerto de la Luz, al
muelle y al juego que le provoca los barcos repletos de contenedores.
Aportaciones diferentes de buques, con mercancía apilada. El olor a mar y a la espuma
que gira y gira sobre unas hélices que no conocen la oscuridad de la noche.
Todo
un espectáculo del uso del color son los pequeños caseríos, la luz carnosa de
sus rincones. Interpreta el pintor con moderna intuición los conos y las
coladas volcánicas colonizadas por encendidas margaritas y tajinastes del
Teide.
Y
nos trae también objetos estéticos como el ajedrez en tableros y piezas. O las
vasijas y las ánforas griegas o el colorido misterioso de pintaderas canarias.
Luces que proyectan sombras que reflejan el blanco purísimo de la luna que
flota en el aire. En un aire que Almoguera llena de animales con alma:
avestruces y flamencos que nos miran y danzan en piernas femeninas.
Epigramas
visuales es una exposición encuadrada en un pop-art desenfadado y lumínico. Una
obra figurativa con un equilibrio cromático de paisajes serenos que nos
recuerda el fauvismo de Matisse. Con producciones claramente abstractas con
lecturas de mayor profundidad intelectual.
Una
exposición que pretende socializar el arte, democratizarlo. Una exposición en
la que el artista desdibuja la línea entre la realidad y el ensueño de una
forma tan etérea que nos hace pensar que todo cuanto plasma es solo un juego.
Emilio
Almoguera ha realizado un número importante de exposiciones tanto individuales
como colectivas y ha sido galardonado con diferentes premios. Es un artista
espontáneo y cándido que busca la expresión de la emoción más que la realidad
objetiva, y para ello usa el color, la luz, los sonidos, la poesía visual, el
mundo de los sueños y de la fantasía.
Blog-rosariovalcarcel.blogspot.com
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