Lorenzo
Soriano
Se
define este efecto como un "bienestar
sobrevenido " fruto de la proximidad de elecciones en países dizque
democráticos. Y que curiosamente, entre más problemas tiene el país, más
volumen y más fuerza toma la dichosa burbuja. Definir siempre es limitar, pero
a veces hay que aclarar las cosas. Esta imparable burbuja, es como una enorme
ola, ante la cual resistirse es bastante inútil.
Las más absurdas estadísticas, los datos más
favorables, las "mentiras" más taimadas, los disimulos más
maquillados, todo incontestable, y porque "lo sabe todo el mundo". La
lista de actuaciones positivas de los que quieren repetir, es inacabable,
inventada y muchas veces más allá de lo increíble por inauditas. Aseveraciones
imposibles de demostrar, como que nos salvaron de la "intervención".
Si fuera que se salvaron ellos, sería más exacto. Si hubiésemos tenido intervención, quizás
lo hubiésemos pasado mal, todos, no nosotros solos, pero tendríamos más dinero,
muchísima menos deuda y estaríamos en la vía irlandesa. Pero con toda
seguridad, al Investigar las CAJAS muchos de los que ahora nos dan doctrina
estarían encerrados o en proceso de ello. Pero claro, en burbuja electoral,
"todo el mundo sabe que esto no hubiese sido así".
Y el paro terrorífico que tenemos no
exime que seamos la "locomotora europea de creación de empleo", por
el mismo birlibirloque de la repetición machacona Goebblesiana, quien se oponga
a esas "verdades", queda descalificado, expulsado, desterrado y
silenciado. Esta todo magnifico, llevamos una velocidad de crucero de máximas,
y los que se quejan es de vicio malsano. Ni siquiera la oposición encuentra
hueco para meter baza, y los medios acaban reconociendo que esos
"índices" parecen ser ciertos y el ministro de economía
"promete" 650.000 puestos de trabajo como si fuese una multinacional
que diera empleo el mismo mismamente. El presidente "augura" medio
millón de empleos al año, así sucesivamente. La Vicepresidenta "ya se ve
otro ambiente" proclama. Y en este circo navideño todos enseñan cifras,
estadísticas, tendencias e informes. Europa se resiste a respaldarlos y los
ministros "garantizan", con una cara de cemento armado de ferralla
saguntina.
Estamos
en burbuja electoral, no le den, más vueltas, los pisos se venden más, los
coches se disparan, las empresas se crean y encima el ambiente pre navideño,
para la guinda en la tarta.
El
4 de enero, lunes, nos levantaremos con la nueva realidad política, con la
nueva estructura social, pero con la auténtica realidad económica. Si los
enemigos de las empresas deciden ahuyentarlas a todas, lo conseguirán
fácilmente. Y si los temerosos aceptan el chantaje de los inmovilistas que en 4
años de absoluta no han movido ni la Ley de memoria histórica, pues seguiremos
igual a peor. Y si los nuevos que parecen moderados nos dan una esperanza
quizás podamos reconstruir algo. Y si las alianzas perversas hacen que
titiriteros, saltimbanquis, odiadores y marginados nos gobiernen, nos lo
tendremos merecido y deberemos rogar para que la pesadilla que será como
vacuna, pase pronto para ver si nos dejan volver a votar o aplican la formula
EVO/CHAVEZ y se perpetúan. Sí, es una burbuja electoral y la realidad vuelve a
casa de Navidad.
A
reflexionar.
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