¿QUÉ ESPERAMOS DE LOS DEMÁS?
Juan Antonio Gómez Jerez
“A LOS MAYORES LES GUSTAN LAS CIFRAS. CUANDO SE LES HABLA DE UN
NUEVO AMIGO, JAMÁS PREGUNTAN SOBRE LO ESENCIAL DEL MISMO. NUNCA SE LES OCURRE
PREGUNTAR: “¿QUÉ TONO TIENE SU VOZ? ¿QUÉ JUEGOS PREFIERE? ¿LE GUSTA COLECCIONAR
MARIPOSAS?” PERO EN CAMBIO PREGUNTAN: “¿QUÉ EDAD TIENE? ¿CUÁNTOS HERMANOS?
¿CUÁNTO PESA? ¿CUÁNTO GANA SU PADRE?” SOLAMENTE CON ESTOS DETALLES CREEN
CONOCERLE.”
ANTOINE DE SAINT-EXUPÉRY “EL
PRINCIPITO”
Nuestra vida nos la pasamos rodeados de las personas que
forman parte de nuestro entorno, y que, en definitiva forman parte activa del
influjo que ejercen y ejercemos los unos sobre los otros; nuestra familia,
nuestros amigos, nuestros compañeros o simplemente la gente en general con la
que nos tropezamos por la calle cada día y con la que nos vemos obligados a
interactuar con ellos. ¿Qué
esperamos de todas estas personas que rodean nuestro entorno y a veces forman
parte importante y esencial de nuestra vida?
“NO EXISTE NADA BUENO NI MALO, ES EL PENSAMIENTO HUMANO EL QUE LO
HACE APARECER
ASÍ”
WILLIAM SHAKESPEARE
Cada persona tiene una
expectativa, esperanza e intereses distintos con respecto a los de los demás,
en eso, no creo que influya el nivel cultural o social, cada persona es como es
y tiene unas necesidades distintas a las nuestras; si aprendemos eso, si somos
capaces de entender que los demás no son como nosotros y que no van a
reaccionar igual que nosotros o como nosotros queremos, quizás, podamos bajar esa
expectativa propia de lo que esperamos de los demás.
“EN NUESTROS LOCOS INTENTOS, RENUNCIAMOS A LO QUE SOMOS POR LO QUE
ESPERAMOS SER”
WILLIAM SHAKESPEARE
Muchas veces tenemos la sensación de que la familia, los amigos o los
propios compañeros no reaccionan con nosotros como pensamos que deberían de
hacerlo, y decimos cosas o pensamos cosa tales como; “yo, que lo he tratado tan bien,
que lo he ayudado tanto, mira como me lo paga” y pienso que eso se produce porque nuestras
expectativas se exageran con respecto a ellos,
las otras personas, no
tienen porqué reaccionar
como nosotros queremos que lo hagan, es preferible que lo hagan como ellos son
y suelen reaccionar, así tendremos datos, en todo caso, de cómo son y de cómo
pueden reaccionar con nosotros además de qué
podemos esperar con respecto a ellos. Es quizá mejor bajar esa expectativa de
respuesta de los demás hacia nosotros para que no suframos decepciones ni
desilusiones que nos desmoronen nuestro mundo interior. Hemos de darnos cuenta que
nosotros, también estamos en el otro lado, y que a veces son nuestras propias
reacciones, sin querer, las que provocan ciertas respuestas.
Quizá una buena actitud, desde
mi punto de vista, puede ser la de no esperar nada de nadie, no tener ninguna
expectativa al respecto y aprender que los demás nunca van a actuar como uno
mismo. Vamos a intentar no
esperar nada de nadie y a
disfrutar y agradecer las
cosas que nos ofrecen y nos dan. Parece conformarse, pero pienso que si
mantenemos una actitud continua de que no obtenemos de los demás lo que
esperamos o pensamos que no nos dan lo que queremos, nuestra propia alma se
empobrece y nos vamos auto agrediendo.
Vamos a intentar no suponer nada y
a no dar las cosas por hecho, si sospechamos algo o pensamos algo de la otra
persona es quizás mejor preguntar y aclarar. Si inventamos o imaginamos eso
sólo nos da la opción envenenar nuestros sentimientos y eso no nos lo
merecemos.
Vamos a intentar honrar a nuestras palabras,
eso significa que debemos ser coherentes con lo que decimos y hacemos, nos hace
sentir bien y ante los demás nos hace respetables tanto como ante nosotros
mismos.
Vamos a intentar hacer siempre las cosas lo mejor posible, de esa
forma nos sentiremos bien con nuestra propia conciencia y probablemente no
habrá nadie que nos reproche nada.
Vamos a intentar no tomarnos las
cosas como algo personal, en
la medida de que alguien quiera hacernos daño, hemos de pensar que esa persona
se lastima a sí misma y no a nosotros.
YO QUIERO SACAR COMO CONCLUSIÓN QUE LO QUE ESPEREMOS DE LOS DEMÁS SEA POR
LO MENOS IGUAL QUE LO QUE ESPERAMOS DAR DE UNO MISMO HACIA ELLOS. CADA UNO DE
NOSOTROS SOMOS ÚNICOS Y NUESTRAS RESPUESTAS NO TIENEN QUE PARECERSE EN NADA A
LAS DE LAS OTRAS PERSONAS. UN TOQUE DE TOLERANCIA, COMPRENSIÓN Y ARMONIA, QUIZÁ
SEA UNA BUENA RESPUESTA A LA PREGUNTA PLANTEADA.
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