Javier Lima Estévez. Graduado en Historia por la ULL
Guía de Isora hunde sus orígenes con anterioridad a la
conquista en el Menceyato de Daute. Se trata de un municipio que, como tantos
otros lugares de Canarias, sufrió los efectos de la emigración de sus
habitantes hacia tierras americanas, siendo el siglo XX el momento de mayor
estabilidad para el lugar a partir de las transformaciones desarrolladas en su
núcleo costero. En torno a la imagen de la Virgen de la Luz, ubicada en la
parroquia de Nuestra Señora de la Luz, muchos isoranos y canarios guardan una
especial devoción. Las zonas altas del municipio aparecen dominadas por
enclaves como Chirche, Chío, Chiguergue o Las Fuentes. Espacios que aún
conservan construcciones que nos muestran la imagen de unos habitantes
adaptados a unas circunstancias históricas diferentes a las actuales.
En ese contexto, resaltamos la denominada “Fiesta del
Árbol”, una celebración que se desarrolló por primera vez el 26 de febrero de
1915, atendiendo al Real Decreto transmitido con carácter de celebración
obligatorio para todos los municipios españoles. Al respecto, en las siguientes
líneas nos vamos a centrar en un artículo publicado en el diario la Región el
27 de febrero de 1915 bajo el título “Cultura y patriotismo. La Fiesta del
Árbol”, disponible en la red gracias al portal Jable de la ULPGC. El artículo,
firmado por el corresponsal del periódico en la zona, nos describe el escenario
donde la fiesta tuvo lugar. En concreto, el acto sería desarrollado en la plaza
de Guía de Isora. La asistencia fue numerosa, y se resalta la presencia del
Comandante Militar y Licenciado en Derecho, Gerardo Alfonso, así como la
participación de las damas de la Cruz Roja y sección local de la misma. Todo
ello al mando del primer Teniente Ramón Domingo. No faltaron las alumnas del
colegio, que acudieron con la profesora Josefa Serrano. Asimismo, asistieron el
cura regente, José Serret; el juez municipal, Antonio González Gorrín; el
oficial de telégrafos, Rafael Ramos y los concejales del Ayuntamiento, además
de Juntas locales de Instrucción pública y Plagas del Campo; Guardamonte; la
escuela de niños a cargo del maestro Inocencio Mascareño, junto a un gran
número de propietarios, agricultores, industriales, obreros y miembros de la
Guardia Civil. La celebración se inició con la entonación de un himno por parte
de los alumnos de la escuela de niños, bajo la dirección de Manuel Reverón,
leyéndose a continuación toda una serie de cuartillas que reflejaban el
objetivo del acto, siendo desarrollada tal labor por el concejal Luis Díaz
Afonso, argumentando que la “Fiesta del Árbol” representaba una demostración del amor que sienten los
pueblos civilizados hacia esos prodigios de la Naturaleza, afirmando que el
propio lugar de Guía de Isora debía su existencia a las diversas plantas y
árboles presentes a lo largo de su término municipal. Tras la intervención del
concejal, dos alumnas de la escuela de niñas recitaron composiciones poéticas bajo
una temática marcada por la vegetación. La celebración finalizó, como no podía
ser de otra manera, con la plantación de diversos árboles por parte de doce
niños de la escuela local, recurriéndose a cedros y acacias.
La “Fiesta del Árbol” se celebró en Guía de Isora, por
primera vez, y al igual que en otros puntos del territorio español, en 1915. Un
acto creado para, por una parte, servir de protección al medio, y, asimismo,
cumplir con una finalidad educativa, atendiendo a una celebración cuyo origen
se encuentra en el ámbito español a inicios del siglo XIX.
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