Javier Lima Estévez. Historiador
Son aún muchos los que mantienen recuerdos asociados a los
años marcados por la emisora La Voz del
Valle. Desde La Orotava y bajo la dirección del polifacético sacerdote
realejero, José Siverio Pérez (1928-2019), aglutinaba cada día una audiencia
fiel ante sus numerosas propuestas. No solo eran noticias. El oyente podía
adquirir nociones de cultura, dejar pasar las horas con programas de
entretenimiento, disfrutar con propuestas musicales, conocer los últimos resultados
deportivos, y, por supuesto, ser partícipes de una importante labor
asistencial. La radio pasaba a ser entonces un complemento de ayuda a las
corporaciones municipales. Tiempos complejos marcados por numerosas carencias,
pero, por encima de todo, con un espíritu de colaboración y solidaridad que
causa aún notable impresión positiva.
Un análisis de tal proyecto sería reflejado por los
profesores universitarios Julio Antonio Yanes Mesa y Rodrigo Fidel Rodríguez
Borges, en su obra La radiodifusión
sindical del franquismo. La Voz del Valle en las Islas Canarias, 1960-1965. Entre
sus páginas, hacen una mención a tal espacio, deteniendo su análisis en la
forma en la que se estructuraba la propuesta. En ella participaban los
ayuntamientos de La Orotava, el Puerto de la Cruz y Los Realejos. Las
aportaciones se realizaban a través de llamada telefónica y “no iban a un saco
común, sino al específico de cada municipio”. Exponen los profesores que el
programa solía emitirse los lunes y viernes desde los últimos días de noviembre
y se prolongaba hasta la semana anterior a la Nochebuena. Tras la llamada
entrante y el pertinente saludo, con la entradilla “buenas noches, padre”, era
el propio José Siverio quien atendía cada petición que pasaba a ser
contabilizada por tres locutores (uno por cada municipio). José Siverio llegó a
contarnos numerosas anécdotas y vivencias asociadas a esta propuesta,
manteniendo siempre la palabra aquellas personas que se exponían públicamente a
dar, de forma voluntaria, dinero para tal causa.
Exponen los profesores universitarios que la recaudación era
representada al final de cada jornada en tres columnas de cartón y “expuestas
al día siguiente en los escaparates de los principales comercios de la zona para
incentivar el pique vecinal”. Ahí no terminaba todo. “La campaña concluía con
la celebración de un festival, normalmente, en el teatro Atlante de La
Orotava”. Sin embargo, en esta ocasión, la recaudación se repartía de forma
equitativa entre los tres municipios, tal y como advierten los profesores
universitarios. Sobre esas galas nos dejó impresiones en el contexto de una
entrevista María Concepción Machado Machado, conocida como Concha Machado, locutora
orotavense de la emisora La Voz del Valle
que llegó a participar en su presentación.
La importancia de tal espacio radiofónico se traduce en
cifras. En consulta de las actas municipales del Ayuntamiento de La Orotava,
con fecha 28 de diciembre de 1961, obtenemos que la recaudación, en el caso de
la Villa, alcanzó las 23.600 pesetas. Con ello se entregó un amplio lote a cada
familia necesitada.
Desde 1961 y hasta 1964 apareció cada año en antena,
coincidiendo plenamente con Julio Antonio Yanes Mesa y Rodrigo Fidel Rodríguez
Borges, al advertir que, “tanto las nuevas mentalidades como las mejoras
materiales que llegaron con la apertura de la vida insular al exterior, se
encargaron de dejarlo obsoleto”.
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