José Peraza Hernández
Al que le gusta la historia, le
gusta la vida, la vida nace, la vida, goza, disfruta, trabaja, y quieras o no,
deja vida, intenta, sembrar, como dejar vida, es una intensa, sensación, que
hemos heredado del aprendizaje que nos ha dejado, y nos has enseñado, porque
hemos recibido de nuestros antepasados. Por tal motivo la historia es
fundamental, para que hay vida, como ilusión, a tu alrededor. Eso es vida.
La vida, no los deja de
sorprender cada día, en este mundo, hay variables de adelantos, como de atrasó,
cada día, es una sorpresa, es como dos colores, el blanco, como es el día, y el
negro como la noche. En medio, de este ejemplo, entras variedad de colores.
Dentro de estos ejemplos, hay que
introducir, el tiempo gris, la lluvia, la posma, la calima como el viento. A
partir de aquí, podemos añadir diversos derivados. Donde nos podemos sorprender
de infinidades, que nos podemos recibir.
Pues este 23 de febrero, de está
2020, fuimos sorprendido por un gran temporal de calina, y viento. Un viento,
el que no habíamos recibido, en muchos años, fue de una gravedad de, 100
kilómetros la hora, una cosa impresionante, lo que padecimos en las islas.
Hablo en este caso, en la isla de
Tenerife. Donde hubo muchas recomendaciones, como en las redes sociales, radio
como televisión, donde hubo muchos cortes de luz. Aeropuertos cortados, Los Puertos,
de igual forma cerrado, por el fuerte oleaje. Y viento, como la alta marea
elevada.
Quiero hacer y dejar, memoria de
dos casos, que, me dolió mucho, y es por lo que quiero dejar memoria, de una
mescla de humanidad, y que es como menciones anterior mente en el titular, ILUSIÓN,
VIDA Y MUERTE. LEY DE VIDA.
Corría el año 1999, y en primer
lugar nos centramos desde la Calle Nueva, La Vera, en dirección al Puerto de la
Cruz, donde nos encontramos en la conocida parada de guagua, la que era
conocida por “La Ramona”. En medio de esta calle esta la calle “Olivera”.
En este lugar, se encuentra una
cuña de terreno, donde los vecinos, observaban un terreno vació. A partir de
aquí nace una historia, como la vida misma. El vecino y amigo conocido por don
Juan Valentín Yanes Rodríguez, un día recibió de un amigo un regaló, que le trajo
una maseta pequeña donde traía una araucaria de unos cuarenta centímetros la
que plantó junto a su hijo Carmelo. De iguálenmela el ayuntamiento, también
fueron sembrado, con el fin de dar vida al lugar. Según puede hablar en este
caso con su hijo Carmelo, me cuenta, que los cuatro primeros años, creció con
rapidez, pero, luego ya empezó, mucho más lento. A la fecha de hoy, 23 de febrero de dichos
años, dicha araucaria podría tener una altura aproximadamente a unos 14 metros.
Por lo que, se sembró, se
alimentó como se cuidó con ilusión y cariños, como no podía ser de otra manera.
Pero como es ley de vida, tuvo que ser talada, por el agravante del feroz,
huracanado viento, que la hizo, poder destrozarle la vida, ya que, fue doblada
por dicho viento. El día 26 miércoles, a primera hora, hubo que ser retirarla
por los operarios, ya que de la forma que se encontraba, era un gran peligro,
por lo que, desde aquí, le deseamos, que nació y murió, como cualquier persona.
Seguros que también sus vecinos, también lo sintieron la marcha de su araucaria,
durante estos años. Por lo que la vida es así, y la vida continua, quien la
vieron crecer a esta araucaria, el que fue un regalo un vecino que trajo muy
pequeña como de unos cuarenta centímetros, en una maceta. Esté día, nos
despedimos de ella, que D.E.P.
A esta historia, también tenemos
otras de similar, en este caso, es un Pino, que se sembró a mediado de la Calle
La Carreta, pino trajo donde vecinos de este lugar, Manuel Trujille y José Barreto Yumara, éste conocido
por Pepe el Cerrajero. Éste tenía un poco más de altura, y que también tenía como
unos 25 años.
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