Salvador García Llanos
Bueno, pues todo da a entender que esta vez va a en serio.
Que la ampliación del Jardín de Aclimatación de La Orotava, popularmente
conocido e identificado como Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, es factible
y que la estampa de abandono y parálisis que caracteriza el espacio en uno de
los accesos más transitados del municipio dejará paso a otra se supone que más
atractiva, reflejo de una actuación tan ansiada como inejecutable durante años,
por las razones que sea, que no son pocas. Pese a disponer de consignación
presupuestaria en las cuentas de la Comunidad Autónoma y pese a haber sido sus
administradores responsables políticos de distinto signo.
Ahora, hay quinientos mil euros para la ampliación, unos
cuarenta mil metros cuadrados. Ordenar el territorio y dotarlo con recursos
vegetales, especies tropicales y subtropicales, y un centro de visitantes es el
doble objetivo. Se habla hasta de quinientos mil euros para afrontar redacción
de proyectos y trabajos iniciales que ojalá comiencen cuanto antes pues la
gente, en un ambiente de incredulidad política cada vez más extendido, lo que
quiere es ver cosas, que se mueven, que por fin se puede salir de la parálisis
y disponer de un recurso de indudable interés científico, cultural y turístico.
Mucho hemos preconizado la culminación de este proyecto a
lo largo de los últimos años. Como para hacer una publicación. Parece que ahora
va en serio. El Botánico, sus orígenes, su historia, sus atractivos, sus
prestaciones, bien merecen la dedicación y el esfuerzo de las administraciones.
Cualquiera diría que teniendo un recinto con esos valores no se haya
aprovechado más diligentemente.
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