Salvador García Llanos
El nuevo escenario ya ha sido bautizado: turismo 0. La
pandemia lo ha envuelto. Pero no hay que cruzarse de brazos. De ahí que, en
medio de la alarma y la desazón, sea positiva la iniciativa de la consejería de
Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, a través de la entidad
pública 'Turismo de las Islas Canarias', orientada a mantener el interés de los
mercados por el destino, sin perjuicio de insistir en la necesidad de cuidarse
en estas fechas de tamaña incertidumbre global.
El doble mensaje es claro: Canarias sigue ofreciendo
valores y cuando la crisis quede atrás, de nuevo lucirán sus atractivos, aptos
para disfrutar. Tono amable y esperanzador para que los turistas sigan viajando
cuando se vuelva a la normalidad. Esta campaña, pues, tiene suma importancia,
porque no solo se trata de adelantarse y ganar posiciones sino de expresar que
hay ganas y recursos para seguir brindando reclamos con enorme poder de
competitividad. En definitiva, invitar a volver a viajar.
Se trata de recuperarse de la pandemia gracias a un viajero
fiel que volverá a las islas cuando todo haya pasado, señala uno de los
perfiles de la iniciativa. Los contenidos, que circulan ya en redes sociales,
incluyen una producción videográfica, traducida a once idiomas: español,
inglés, alemán, italiano, francés, neerlandés, polaco, sueco, noruego, ruso y
chino. Según fuentes de la consejería, la inserción circuló rápidamente, ha
sido ampliamente compartida y ha recibido mensajes de apoyo.
Entonces, las ideas son claras para modificar el escenario
'turismo 0'. Hay que confiar en que, en medio de la zozobra, la gente encuentre
en las imágenes un reclamo poderoso para imaginar un territorio dotado de justo
lo que se precisa para disfrutar. Y hay que confiar, asimismo, en la efectividad
de los recursos promocionales. Con seguridad, es la campaña más importante de
cuantas se han acometido a lo largo de los últimos años. No solo es cuestión de
exhibir reclamos sino de estimular las ganas y la simpatía de los
destinatarios. Es todo un desafío y hay que salir a superarlo.
Día 3 de la alarma
Amanece frío y desapacible. Quietud absoluta. El primer
movimiento es de una dependendienta que, por fuera de la panadería, coloca una
pizarra donde escribe que el horario es de 8.30 a 16.30 horas. El quiosquero,
antes del mediodía, dice que mañana miércoles no abre, ni siquiera media
jornada, como tiene previsto hacerlo hoy. “El caso es que la prensa extranjera
sí se vende”, comenta. Un industrial argentino pregunta por los centros donde
pueda hacer una donación de helado. Un helicóptero de la Guardia Civil
sobrevuela el litoral y se supone que otros municipios norteños. Vuelve a
llover. Es inevitable que alguien diga “bueno, menos mal, así limpia”. A
comprar pan y agua: cola ordenada y distanciada convenientemente en las puertas
del supermercado. Dentro, guantes y alguna búsqueda apresurada del género. Pero
todo discurre en orden. Parece que la gente se autodisciplina. Las noticias de
primeras horas de la tarde no son buenas: aumentan los afectados y los
fallecidos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuncia medidas
económicas para paliar las consecuencias. Tono solemne de hombre de Estado.
Proteger familias, personas, empresas, autónomos, teletrabajo, empleo... El
plan más ambicioso para la situación más comprometida. “Mantener las constantes
vitales”, escribe Joaquín Estefanía.
Los toxicómanos habituales hablan tranquilamente donde
antes habitualmente bullían las ganas de que sonriera la fortuna. Pero ese
quiosco también está cerrado. En horas de sobremesa policías nacionales
orientan a extranjeros despistados. Las calles siguen vacías. Y mojadas. Brota
el recuerdo de Jara y de Amanda, el canto truncado. Los dirigentes del fútbol
mundial han reprogramado las competiciones internacionales, pero no hay mucho
interés, la verdad.
Para quebrar el suspiro amargo de la tarde, el aplauso
espontáneo desde balcones y ventanas. Un pueblo unido en la adversidad y
agradecido a quienes no descansan en la atención que se va haciendo cada vez
más complicada. En Madrid, en un solo lugar, una residencia de mayores, hay
diecinueve ancianos fallecidos. Impacta. “Resistiré”, la canción del Dúo
Dinámico, ya tarareada por innumerables españoles, va camino de convertirse en
himno.
Mañana será otro día. Con el Congreso prácticamente vacío
mientras el presidente cumple con su obligación de informar. Y con el Rey en la
pantalla, por cierto.
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