José
Peraza Hernández
Recientemente,
la conocida como Casa Egon cumple un siglo con la tercera generación de la
familia fundadora al frente del negocio.
Tengo que
decir que, visto que estuve hace unos días, quería dejar estas líneas, donde me
expreso de está manera.
Ir a
la Villa de la Orotava, y no visitar la tradicional, como prestigiosa de Casa
Egon. Es como ejemplo, ir a la Orotava para ir a la Parroquia de la Concepción,
y no entrar.
Tantos
los visitantes extranjeros como los visitantes de esta isla, que tengan que
realizar cualquier gestión, pasa como cosa obliga por la conocida y flamante
dulcería.
Pues
eso me pasa aní también, ayer fui hacer unas gestiones, y me fui a visitar al
amigo Ángel Luis Rocío, persona que conozco desde muchos años, hay que decir
que, es un profesional, normal, ya que con los años que lleva, quien me cuenta
que lleva más de 50 años ya que nació en el 1952.
Se
sabes que esta prestigiosa dulcería de Casa Egon. La
que realiza unos mangares de todo tipo de dulces.
Me
comenta que el pasado Casa Egon, es la más antigua de la isla, que en 2016
cumple cien años de exquisita existencia 0000, dulcería que tiene una gran
historia, de cumplió, y es la más antigua la que también se ha escrito mucho.
No solo es el salido donde siempre se encuentra el amigo Ángel, a que le saque
esta bella foto, la que quedara para las posterioridades, una cosa que llama la
atención en el fondo de la fachada de las estanterías, un estilo bello, quien
me dice que esta es la que se montó en su día. Le comenté que tenías estilo a
Farmacias de aquellas épocas pasadas. Le pregunte si siempre ha estado pintada
de blanco, - me digo que en los primeros años estaba de color azul clarito, incluso
se ve algunos, rajos de pintura por la parte trasera del mueble. Pero luego
siempre se ha pintado de color blanco, hasta el día de hoy.
También
tiene unas terrazas para comer excelente, como un sitio acogedor.
No quiero
nombrar todo tipo de variedades de dulces, porque si no, no vamos a cavar.
Solo decirles,
que no dejen de pasar, y probar esos flamantes manjares de esa variada, de igual
manera también tiene para celebrar todo tipo de eventos, comer variados platos
de la misma casa. La Confitería y Café Taoro, simplemente Don Ego o Casa Ego
para los villeros, celebra su primer siglo de existencia como si el tiempo se
hubiera detenido en el dulzor de los dulces.
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