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sábado, 5 de agosto de 2017

LA CASONA DE RAMBLA DE CASTRO COMO OFICINA DE TURISMO EN LOS REALEJOS

José Melchor Hernández Castilla: Secretario de la Asociación del Puerto de la Cruz

El actual Grupo de Gobierno de Los Realejos dispone de puntos fuertes y débiles en sus distintas áreas. Entre sus puntos fuertes, destacamos el Deporte y los Servicios Municipales; y entre los débiles, El Comercio y el Turismo.

En este caso, nos vamos a centrar particularmente en el Turismo. En el año 2016, El Grupo de Gobierno mostraba su peculiar “Four experience”: vuelos en parapente, cursos de surf, rutas guiadas y alojamiento de forma gratuita. Y en el año 2017, abanderaba la estampa del Medio Ambiente y Turismo: Parque Laboratorio, Árboles con historia, Ruta de los Dragos, rutas adaptadas a personas con discapacidad y recursos ornitológicos, entre otros. Toda una serie de buenas intenciones que no dispone de ninguna evaluación objetiva, simplemente se proponen. La evaluación de los objetivos es una medida esencial para el éxito de los mismos, esa es una máxima en cualquier proyecto o programa.

Por otra parte, se sabe que el municipio del Valle de La Orotava que no aprovecha adecuadamente el casi millón de personas que pernoctan al año en el Puerto de la Cruz es Los Realejos. También se conoce el lugar más visitado en Los Realejos, El Mirador de San Pedro, donde se ubica La Casona de Castro.

La Casona de Castro se sitúa en un lugar conocido como Rambla de las Flores, actualmente Rambla de Castro. Es un edificio del siglo XVIII, restaurado, de arquitectura canaria tradicional y que forma parte de un conjunto más amplio (Caserío del Mayorazgo). La Casona sirvió de residencia veraniega para la Familia Betancourt y Castro, también llamada Betancourt y Molina, donde el célebre ingeniero Agustín de Betancourt y Molina (1758-1824) pasaba sus veranos junto a su hermano José y María, rodeados de viña. En el siglo XIX, distintos naturalistas como Sabino Berthelot, Jules Leclerq, Adoph Coquet y René Vernau visitarían el lugar por su extraordinaria belleza. 


La Casona de Castro es un buen lugar para una Oficina de Turismo, que estuviera abierta todos los días y como servicio público del ayuntamiento realejero; de esta manera, Los Realejos podría dar a conocer la historia de la misma Casona y sus ilustres visitantes, así como mostrar otros lugares de interés del municipio.

Hoy en día, La Casona es un lugar cerrado y sin vida. Espero que el Consistorio del ayuntamiento realejero sepa valorar esta iniciativa; y que abra la historia de esta Casa al público en general, y al turismo en particular; al fin y al cabo, es para el bien común del municipio. 

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