Evaristo
Fuentes Melián
Una
viñeta del humorista que se firma El Roto (sábado 29 julio, en El País) es
genial. Una pareja en viaje de turismo está mirando un mapa y se preguntan:
“…creo que estamos cerca de la catedral, pero ¿en qué país, en qué país?”
Hay
una película de humor, “Si hoy es martes, esto es Bélgica” (Mel Stuart, EEUU,
1969), muy crítica con este tipo de viajes a toda prisa. También recuerdo la
retahíla cómica del inolvidable Miguel Gila: una pareja va a Grecia y visita
las ruinas de una acrópolis de antes de Cristo, y al regreso comentan: “No sé
para qué fuimos a Grecia, ¡si estaba todo estropeado!”. Otra anécdota es la del
autocar que recorre varios países a toda velocidad en un par de días; una
señora le dice al guía que pare un momento en una gasolinera, que quiere ir al
servicio, pero el guía le responde: “Señora, no puede ir al servicio todavía,
ahora estamos en territorio alemán y para ir al servicio ¡está programado en
Holanda!”
En
fin, conozco un caso real, de un señor que quería ir a Italia, a Génova
concretamente, pero cometió un error en la compra del billete y se lo
despacharon para Geneve, que en su idioma no es Génova (Italia), sino Ginebra
(Suiza). O sea que, para su sorpresa, visitó otro país distinto al que había
pensado.
Y
por último, recuerdo el viaje a Moscú de un grupo de tinerfeños, al partido de
futbol Rusia-España, para la Eurocopa en 1971. Fueron con varias escalas en
avión de cuatro hélices, se paró un motor y volaron un buen rato con solo tres
motores. Como iban cantando en copas y
folklore nadie le daba importancia, pero se veía la hélice parada todo el rato.
Moscú era entonces la capital de la URSS, tenía un estricto control aduanero de
documentación, y un pasajero orotavense (iniciales JAD), como había un error de
apellidos en el pasaporte, tuvo que dormir todos los días en el aeropuerto
porque no lo dejaron salir de allí. ¡Agüita!
Espectador
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