Javier
Lima Estévez
El
3 de diciembre de 1976 se reunió en la Villa de Los Realejos el jurado
designado para calificar los trabajos de la edición del recordado Premio Viera
y Clavijo de Literatura e Investigación. Al efecto, se presentaron tres
investigaciones, abarcando la literatura, la historia, la fonética, el léxico y
la poesía. El jurado, compuesto por diversas personalidades relevantes del
ámbito de la política y la cultura del momento, decidió conceder el preciado
galardón al trabajo Los Conventos del Realejo, bajo el lema “Gordejuela”,
atendiendo a la calidad, la solidez y la precisión del estudio, siendo su autor
el sacerdote, periodista e investigador, José Siverio Pérez.
La
vida y obra de tal realejero es reflejo y testimonio de la labor de una persona
cuya trascendencia marca y define una parte importante de los acontecimientos
que transcurren a lo largo de la historia más reciente del municipio norteño.
La
obra sería editada en el año 1977, contando con un prólogo realizado por el profesor
universitario e investigador, Alfonso Trujillo Rodríguez (1932-1979). Señala
los méritos y la importancia que reúne una investigación clave para el
conocimiento de la realidad religiosa, social, política, económica y cultural
del pasado realejero, traspasando los límites locales para generar su
proyección “en el panorama general del mismo Archipiélago, con lo que las
limitaciones localistas quedan trascendidas”.
José
Siverio Pérez utiliza diversas fuentes documentales, realizando, además, un
minucioso trabajo archivístico, con la finalidad de rescatar del olvido y
reconstruir el origen, el desarrollo y la evolución del convento de San Juan
Bautista, de agustinos descalzos; el convento de Santa Lucía, de franciscanos
recoletos y el convento de San Andrés y Santa Mónica, de agustinas de clausura.
Antes
de iniciar el análisis de los tres conventos religiosos, José Siverio Pérez
ofrece toda una serie de pinceladas que forman un interesante texto en el que
el lector puede obtener diversos detalles sobre el origen y la evolución
histórica de Los Realejos. En ese sentido, no duda en detenerse en torno a la
figura de Juan de Gordejuela, añadiendo detalles biográficos sobre su persona,
uniendo la relación del mismo con el ámbito religioso realejero, incorporando,
asimismo, el retrato que actualmente se conserva en el Santuario de Nuestra
Señora del Carmen.
En
torno al convento de San Juan Bautista, José Siverio no duda en desgranar toda
una serie de aspectos sobre la fundación y las imágenes que se conservan, analizando
las causas que derivaron en el final de tal espacio conventual. Continúa la
investigación a través del estudio del convento de Santa Lucía, ofreciendo
diversos datos que permiten analizar la evolución y las vicisitudes del recinto
religioso franciscano. Por otra parte, respecto al convento de San Andrés y
Santa Mónica se realiza una interesante descripción con toda una serie de datos
que permiten obtener una aproximación a la desaparecida residencia de monjas.
Finalmente,
en el epílogo, el padre Siverio añade un interesante y afortunado catálogo de
aquellas imágenes y piezas religiosas que lograron ser rescatadas o conservadas
de los tres desaparecidos conventos, siendo una iniciativa que, en sus
palabras, surge “con el propósito de estimular en todos el respeto y el buen
cuidado de su conservación”.
En
definitiva, con nuestro artículo hemos querido recordar la efeméride de una
obra clave para el conocimiento y la valoración del pasado histórico/artístico
de La Villa de Los Realejos.
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