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domingo, 5 de octubre de 2014

LA HISTORIA DEL ÚLTIMO ZAPATERO, (PROFESIÓN PERDIDA EN ESTE BARRIO DE LA VERA)

José Peraza Hernández. (Escritor e investigador, peraza1953@hotmail.es)

Hoy hablamos con el último zapatero de este barrio, don Heliodoro Manuel García, quien vive, junto a la plaza de la Iglesia de Nuestra Señora de Candelaria de este populoso barrio de La Vera, del sector portuense.
El protagonista de hoy, nació en la Calle Nueva, zona orotavense, un 28 de noviembre de 1922, hijo de Santiago y de Guadalupe, comenta que estuvo en la escuela hasta los 14 años, su profesor era don Francisco Machado, la escuela se encontraba en la Calle Nueva. Empezó a trabajar allá donde le salía, eran tiempo malos y duros, fue en el año 1936, cuando estallo la Guerra Civil. En está fecha, trabajo con su padre, quien era zapatero de profesión. Me comenta que aprendió de su padre, y aprendo rápido, pero tuvieron que cerrar la zapatería, debido a la Guerra, no había material, solo daban ocho kilos de cuero, con eso no daba para nada, había varios zapateros que trabaja con su padre. Aquí podemos verle en esta imagen, en un momento de su labor artesana realizando un trabajo.
Don Heliodoro, hace un momento de reflexión, y me comenta que, sus padres tuvieron ochos hijos, tres, aprendieron el oficio de zapatero. La zapatería la tenía en La Montañeta, en Los Realejos. Al cerrar dicha zapatería, tuvo que volver a trabajar en la platanera. Pasado un tiempo, empezó a cobrar recibos, en esa época, se usaba mucho este trabajo de cobros de facturas, y recibos de contribución, los del Fielatos, quien iba acompañado de un Policía Municipal.
Le llego la hora de ir a cumplir el servicio Militar, fue de la quinta del 43. Siendo destinado al sur de la isla, concretamente a Los Cristianos, en un campamento. Aquí me cuenta que, lo pasó muy mal. Estuvo enfermo, siendo trasladado al Hospital Militar de Santa Cruz Aquí estuvo ingresado dos meses y 8 días. Al recibir el alta médica, luego le dieron quince días de recuperación en su casa. Me cuenta que, el no se encontraba mejoría. Visto esto, su madre doña Guadalupe, toma la decisión de llevarlo al médico de cabecera, era don Isidoro Luz Carpenter, (Quien fue alcalde de la ciudad marinera de Puerto de La Cruz). Tenía su consulta en su domicilio en La Arenas. Don Isidoro, le informa que tiene Pleudia-pulmonar, (las paredes del pulmón las tenía muy mal). Visto la confianza que tenía su madre, don Isidoro, le dijo a su madre que hablaría con su cuñado, quien era Coronel del Ejército, Lorenzo Machado del Hoyo. Efectivamente hablo, y le concedió tres mese más de recuperación. Entre una cosa y otra, termino el Servicio Militar. Me comenta que en total estuvo quince mese entre una vez en casa, no tenía trabajo. La cosa era cruda. Su hermano el mayor Santiago, era Policía de Asalto, en aquella época se llamaba así, hoy se dice Policía Nacional, estaba destinado en Tarragona. Éste se da baja del Cuerpo, y se empleo en los Árbitros del Ayuntamiento del Puerto de La Cruz, luego se decide irse para Venezuela. Y Manuel ocupo su puesto de su hermano. Esto fue allá por 1950. Aquí permaneció 12 años, en los Árbitros, realizando cobros de los Fielatos, hasta el año 1962. Este trabajo fue retirado por el Ayuntamiento por Ley.
El Ayuntamiento, tenía que pagar a todos los empleados una liquidación de 40.000 pesetas. El Alcalde los reunió a todos los empleados, y les comunico que no había ni una peseta en las cajas de dicho Ayuntamiento. Pero si tenía trabajo para todos aquellos que quisieran trabajar. Me comenta don Heliodoro que, a él, le toco el trabajo de lector de contadores de la luz eléctrica de las viviendas, tocándole la zona del Puerto de La Cruz.
Preguntamos, por la vida familiar; dice que, conoció a su novia, quien es su esposa, doña María Luz Pérez García. Se Casaron un 5 de diciembre de 1934, en la Carretera Genera de La Vera, en casa de Don Indalecio, donde fue el primer lugar de culto, siendo el Cura Párroco don Domingo Luis Martín. De este matrimonio hubo un fruto de tres hijos.
Vivió en la misma Carretera General de La Vera, junto al Bar Tinerfe, al otro lado se encontraba el Casino Recreativo. Pregunte si recordaba quien era el Presidente. Me dice que era don Domingo Hernández. Luego estaba en obras el Cine Vera, junto a éste esta la antigua Ermita de La Cruz del Rayo. Manuel, sabía bien el oficio de zapatero, como había comentado anteriormente, profesión que viene desde su abuelo José. Él trabajaba de mañana de 8 a 2 de la tarde, por lo que se dedico a trabaja en su casa lo que le gustaba ser zapatero. Preguntamos que trabajo era más habitual, me dice que, la colocación de tapas, punteras y también hacía zapatos y botas. Me cuenta que, él recuerda que le hizo unas botas al encargado de la obra del Cine, allá por el año 1952. Me pidió que le hiciera unos botines quien se quedo más contento, en todavía esta esperando para cobrárselos.
Hay que decir que, fue el último zapatero de este barrio, nuestro amigo Manuel, conocido también por Manolo el zapatero. Comenta que ama la profesión de zapatero, lo dice con sentimiento, ya que se crió en medio de las piernas de su padre.
Me comenta que tuvo mala suerte, donde vivía, había mucha humedad, y los chicos no salían de un catarro para otros, siempre los tenía enfermos. Decidió hablar con el Alcalde del Ayuntamiento del Puerto de La Cruz. En esa época se encontraba don Felipe Machado del Hoy. A quien solicito un solar, dice que se lo dio, es este, donde vivo hoy. También tuve que trabajar noche y día, para sacar estas cuatro paredes adelante, trabajando hasta la misma noche, sacando arena del barranco, me toco tiempos muy duros. Gracias a dios, hoy día tengo 84 años, y voy escapando, tengo las hijas casadas. Ahora a disfrutar los años que me queden de vida.
Por último yo me despido de Don Heliodoro Manuel García y García. Deseándole a él, y a todas su familia que duren muchos años, y que sean muy felices. Le agradezco su amabilidad, su paciencia por atenderme, en esta pincelada “Recordando ese Pasado” el que queda para el recuerdo, de está manera queda Homenajeado con estas líneas, gracias a la oportunidad que me ofrece este diario como el “EL DÍA”.mil gracias de todo corazón a ambos.

Cordiales Saludos

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