Mayo 2014
LAS FIESTAS
EN LAS CALLES DE EL MEDIO Y EL SOL. EL “PIQUE” Y LOS FUEGOS ARTIFICIALES.
Detrás
de la celebración de esta festividad se esconden una serie de circunstancias
que han sido la clave fundamental para la supervivencia y desarrollo de la
misma, en lo que a las calles de El Sol y de El Medio
se refiere: la rivalidad -“el pique”- entre ellas, que
en épocas pasadas ha estado a punto de desembocar en un auténtico “estado de
guerra” y provocar altercados de incalculables dimensiones, contemplados
hoy como meras anécdotas y como un componente
enriquecedor de las fiestas.
Algunos
estudiosos apuntan que este “pique” se remonta a 1770
y a la existencia de dos clases sociales bien diferenciadas: los propietarios
de las tierras por donde discurría la calle de El Medio, también conocida como
calle de los Marqueses, y los medianeros y pequeños campesinos de la calle de
El Sol. Esta circunstancia se ha querido interpretar como el origen o
desencadenamiento del mentado “pique”, si bien es cierto que, tras la
emigración a Venezuela, ocurrida años atrás, estos contrastes económicos tan
pronunciados han desaparecido.
Así,
el “pique” o la sana rivalidad entre ambas calles comienza históricamente como
un día de conflicto simulado entre marqueses y campesinos. La porfía consistía
en que al paso de la Cruz en procesión, cada calle encendía hogueras, humos de
colores y se hacía mucho ruido, de modo que ganaba aquella que mayores fogatas,
mayores columnas de humo o más ruido hubiera hecho. Pero tras la irrupción de
las pirotecnias en estas fiestas, se pasaron a vivir auténticas batallas
campales con petardos y voladores que surcaban el cielo en horizontal buscando
la calle “enemiga”.
Antiguamente,
cuando la Cruz llegaba en procesión a cada calle
comenzaba la celebración con gritos y grandes estampidos ocasionados por los
fuegos de explosión, formados por tracas y regueros de pólvora colocados
por los fieles en las aceras y zaguanes de las casas, que al estallar ocasionaban
un gran estruendo debido al eco. Con el paso del tiempo la imaginación hizo que
se fuera perfeccionando esta forma de expresión empezándose a fabricar ruedas
de fuegos hechas de caña, de modo que una vez sumergidos en esta vorágine de
superación se consiguió añadir, a las ya novedosas ruedas de caña, un
dispositivo que hacía que éstas se elevaran hasta alcanzar algunas pocas
decenas de metros y que darían lugar posteriormente a los tan apreciados
voladores de hoy en día.
* LA
TRADICIÓN PIROTÉCNICA EN EL MUNICIPIO DE LOS REALEJOS:
Los Realejos es sin duda, uno de los centros pirotécnicos más
importantes de España y de Europa. Cada calle tiene su propia pirotecnia, la Teide
quemaba antiguamente en la calle de El Medio, y la Santa Bárbara en la calle de
El Sol, hasta que en el año 1990 esta última desapareció tras un fatal
accidente. Actualmente han cambiado las cosas y la
Pirotecnia Hermanos Toste (antigua pirotécnica Teide) representa a la calle de
El Sol, mientras que en la calle El Medio, hasta hace pocos años,
quemaba la pirotecnia Canarias, que fue fundada al igual que las anteriores por
realejeros, aunque en el caso de esta última, terminó ubicándose en el término
municipal de Icod de los Vinos. Desde el año 2007 la
calle de El Medio está representada por la pirotecnia Hermanos Caballer de
Valencia.
- ELEMENTOS
ESENCIALES DE LA CELEBRACIÓN DE LA FESTIVIDAD
Para
poder hacer una síntesis de lo que representa el día de la cruz en el municipio
de los Realejos, hay que realizar una segmentación de los elementos que
componen la misma. Así nos encontramos con tres componentes específicos, tales
como los afamados enrames florales de las cruces
en capillas o viviendas particulares; los originales enrames
de las calles, y la extraordinaria exhibición
pirotécnica.
LOS ENRAMES
FLORALES:
Capillas,
ermitas y cruces de caminos y fachadas amanecen ese mágico día con sus mejores
galas, para cumplir un año más con esta centenaria tradición, que viste a las más de 300 exaltaciones al santo madero existentes en
el municipio.
En
el núcleo poblacional del Realejo Alto, con sus dos capillas protagonistas la
de la calle de El Sol y la de la calle de El Medio, así como en el barrio de la Cruz Santa, es donde con mayor
expectación se vive este precioso espectáculo artesanal.
Las
capillas son edificios de reducidas dimensiones. Su interior, de poca
profundidad, cuenta con un altar escalonado de mampostería – ocasionalmente de
madera-, en cuya cúspide aparece colocada la cruz, policromada o no, que al
llegar la fiesta muestra su más valioso y artístico sudario.
En
los laterales de las capillas, se colocaban unos asientos que en un principio
fueron de piedra y más tarde de madera, para custodiar la Cruz, posteriormente
se sustituyeron por sillas, que desaparecen los días de la fiesta, debido al
gran volumen de los enrames.
En
la selección de las flores, las velas, lámparas y tejidos es donde radica la
labor artística. Se trata de un hecho que, si bien se apoya en la tradición, en
los modelos y esquemas dejados por los antepasados, sigue siendo espontáneo,
expresando ese gusto personal, delicado y altruista de los habitantes de Los
Realejos.
Cada
familia abre las puertas y ventanas de su casa para la fiesta, para invitar a
todos al disfrute de la misma, al goce amoroso y estético de la Cruz, de las
flores, de los “enrames”. Al pasear por las calles el día 3 de mayo, debemos
estar atentos a las fachadas de las casas, a las ventanas de la planta baja,
pues nos sorprenden con bellos y no menos excelentes espectáculos florales.
Los
miles de turistas y visitantes acogen con admiración indescriptible los
mo-numentos florales que el fervor realejero levanta a los pies de las cruces
de viviendas de La Cruz Santa y de capilas de las calles de El Medio y El Sol.
ENGALANAMIENTO
DE LAS CALLES
Dicen
los estudiosos en la materia que el famoso “pique” comenzó por el
embellecimiento de las calles con enrames florales. En la actualidad, se sigue rivalizando por el atavío de las calles, no
obstante, con el paso de los años. El enrame de las calles, que sigue
realizándose en la actualidad artesanalmente, por los vecinos, es colocado
finalmente los últimos días del mes de abril, quedando allí hasta finales del
mes de Mayo, cuando acaban las fiestas en honor a San Isidro Labrador y Santa
María de la Cabeza.
EXHIBICIÓN
PIROTÉCNICA:
Las
fiestas de la Cruz incluyen la extraordinaria exhibición de fuegos de
artificio, considerada como una de las mejores de toda
Europa. El anochecer del día tres de mayo tiene un aroma especial que
pone el punto y final a una larga espera en la que los vecinos, y Tenerife en
general, pueden disfrutar una vez más de una maravillosa expresión de arte
efímero: el color y la belleza producidos por las explosiones en el cielo
realejero, que alcanza las tres horas de duración.
Aún
hoy continua esa contienda de luz y explosión, comenzada varios siglos atrás,
que afortunadamente, ya no refleja las antiguas rivalidades ya saldadas y
superadas entre clases sociales, hoy, cuando todos gozamos de los mismos
derechos, la lucha sólo cabe como elemento anecdótico y enriquecedor de un
patrimonio que ha sobrevivido únicamente gracias al trabajo de los ciudadanos y
a su interés por conservarlo.
La adaptación a la directiva europea que limita las celebraciones
con artículos pirotécnicos y de cartuchería por cuestiones de seguridad está
presente y es algo en lo que trabajan de la mano Ayuntamiento de Los Realejos,
comisiones de fiestas de ambas calles y pirotecnias para un correcto
cumplimiento normativo y conseguir la excepcionalidad de la celebración realejera
para la perdurabilidad de esta tradición.
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