Javier Lima Estévez. Historiador
El municipio de Los Realejos es el lugar de nacimiento de diversas
personalidades que han destacado en diversos ámbitos de la realidad educativa,
social, política, cultural y sanitaria a lo largo de los siglos pretéritos. En
esa línea, sobresalen numerosos individuos fuera de nuestras fronteras. Ejemplo
de ello sería José de Viera y Clavijo (Realejo
Alto, 28-12-1731/Las Palmas de Gran Canaria, 21-02-1813), siendo la figura más
importante del siglo XVIII en Canarias. Su amplia producción bibliográfica,
materializada en diversos campos del conocimiento, nos sitúa ante un realejero
que, sin lugar a dudas, sobresalió con luz propia ante el movimiento de la
Ilustración que iluminó la Europa del siglo XVIII y cuya ola acabaría
influyendo de forma notable en “el arcediano que tenía la sonrisa de Voltaire”.
A través de la consulta de las actas municipales del
Ayuntamiento de Realejo Alto, conocemos que en sesión municipal del 8 de
septiembre de 1901, se trataron diversas cuestiones relacionadas con tal figura.
En ese contexto, el alcalde manifestó su opinión favorable a rendir homenaje al
polifacético realejero que permaneció parte de su niñez en el pueblo, afirmando
que, ante tales características, era un
deber ineludible de gratitud del vecindario perpetuar su memoria, dedicándole
si quiera sea un pequeño recuerdo, dada la gran importancia de su personalidad,
ya que tan olvidado ha sido hasta la fecha de los gobernantes y demás personas
de esta localidad. La Corporación decidió sustituir el nombre de la calle
la Alhóndiga por el de calle Viera y Clavijo, eliminando cualquier rastro que
pudiera interferir en la localización del nuevo rótulo. Además, se estableció
que sobre el edificio que por entonces era la alhóndiga se debía construir una
plaza, denominándose la misma como Plaza Viera y Clavijo, una labor que se
llevaría tan pronto como fuera posible. Asimismo, se acordó que en la casa
natal de tan insigne realejero, situada en la calle del Agua, número 15, fuera
colocada una lápida de mármol, siendo una labor a desarrollar por parte del Ayuntamiento.
Esta decisión se difundió a lo largo del pueblo por medio de edictos. En la
mencionada plaza, se ubicó el 28 de agosto de 1927 un busto en su memoria,
siendo su autor el artista orotavense, Jesús María Perdigón (1888-1970).
La obra de José de Viera y Clavijo ha sido reeditada en
múltiples ocasiones y su extensa producción bibliográfica abarca diversos
ámbitos del conocimiento. Desde el año 2006, cada 21 de febrero se celebra el
Día de las Letras Canarias. Una fecha elegida con la finalidad de conmemorar el
aniversario del fallecimiento de Viera y Clavijo en 1813. En el año 2013, en
relación al bicentenario de su muerte, desde su municipio natal se organizaron
numerosos actos para seguir contribuyendo a su difusión.
Hoy, 28 de diciembre de 2019, se cumple el 288º aniversario
de su natalicio.
Una nueva oportunidad para aproximarnos ante la lectura de su
obra en cualquiera de los campos que cultivó y seguir, de esa forma, conociendo
y aprendiendo más sobre todo un referente. Una labor en la que, desde el año
2016, quien suscribe estas líneas participa junto a Nicolás
González Lemus, con la finalidad de publicar un trabajo de edición de la obra Noticias de la Historia General de las Islas
Canarias, con los tres primeros tomos ya a la venta y un último ejemplar en
fase de revisión.
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