José Peraza
Hernández
LA ORDEN DE MALTA EN ESPAÑA Sobre los orígenes de la Soberana Militar
Orden Jerosolimitana de Malta, primeramente de San Juan de Jerusalén y más
tarde de los Caballeros de Rodas y de acuerdo a cuanto dice Alejandro de
Armengol en su libro "Heráldica", la causa que puede ser considerada
como más admisible es aquella que se basa en el hecho de que allá sobre el año
1.048 ciertos comerciantes de la ciudad de Amalfi, famosos por su piedad y
moralidad de costumbres, se compadecieron de los peregrinos que acudían a
Palestina en su deseo de visitar los Santos Lugares, exponiéndose no sólo a los
rigores del clima, a las enfermedades, las penalidades de su largo viaje y,
sobre todo a las vejaciones de que eran objeto por parte de los musulmanes con
lo cual pusieron todo su empeño en conseguir del califa Husyafer una licencia
para fundar un hospital en Jerusalén, en las inmediaciones del Santo Sepulcro.
Lo consiguieron y la piadosa institución fue puesta bajo la advocación de San
Juan. De lo anterior ya hemos hablado en un anterior capítulo, aquel que se
refiere a la Orden de San Juan de Jerusalén, con lo cual el texto presente lo
que viene es a completar aquél.
Diremos que pasados algunos años se hizo
cargo del citado hospital cierto provenzal llamado Gerardo de Tom, formando con
las personas que lo componían una comunidad. Todos estos caballeros formularon
los oportunos votos y obtuvieron la aprobación del Papa Pascual II, quedando
así instituida la orden religiosa. Al fallecer Gerardo eligieron los monjes
para sucederle a un caballero francés del delfinado llamado Raimundo Dupuy, el
cual fue quien decidió que la comunidad debía no sólo atender el hospital, sino
formar un Cuerpo armado de caballeros para luchar en defensa de la religión.
A partir de este momento quedó instituida la
Orden Militar. Las historias de los por entonces, todavía llamados Caballeros
Hospitalarios, se confunden con las Cruzadas. Uno de los proyectos de la orden
fue apoderarse de la isla de Rodas y después de una enconada lucha, consiguió
sus deseos. Fue a partir de esta fecha cuando los Caballeros Hospitalarios
comenzaron a ser conocidos como los Caballeros de Rodas (año 1.310). Pero la
paz no era posible teniendo a los turcos con sus poderosas escuadras navegando
por el mar Mediterráneo. Hubo una primera intentona sarracena por volver a
reconquistar Rodas, que fracasó debido al ardor con que combatieron sus
defensores. Una segunda invasión fue peor, ya que los turcos se presentaron
ante la isla con los barcos y más de 100.000 soldados. Los Caballeros de Rodas
ante tal superioridad numérica, se vieron obligados a abandonar la isla y fueron
a establecerse en otra, la de Malta, que les fue ofrecida por el emperador
Carlos V. Hubo nuevos choques contra los turcos y las galeras de la Orden de
Malta tomaron parte en la célebre batalla de Lepanto, con lo que se asestó un
duro golpe a los turcos. Al paso del tiempo, la Orden perdió también Malta
debido a que Napoleón Bonaparte se apoderó de ella, con lo que la Orden se
quedó sin territorio propio.
En líneas
generales, lo anterior refleja brevemente la historia de los orígenes de la
Orden de Malta. Pero el tema a tratar aquí, es la presencia de la misma en
España. Hechas las anteriores consideraciones que hemos creído imprescindibles
para fijar bien el tema, es decir, qué es y qué significó la Orden de Malta en
España. Para comenzar, hay que decir
que esta orden siempre tuvo grandes propiedades en nuestro país. Pero resultó
que eran los reyes quienes continuamente intervenían en los asuntos de la Orden
hasta el punto que se reservaban el derecho de nombrar a sus grandes Maestres,
o concediendo a su arbitrio las Encomiendas, lo que equivalía a disponer de las
cuantiosas rentas de la Orden. Hubo un Monarca, Carlos IV, que en el año 1.802
se otorgó a sí mismo el título de Gran Maestre de la Orden en España. En el año
1.847 fue declarada oficialmente española, destinándola a prestar servicios de
carácter civil (Orden de San Juan) y no se exigieron probanzas de nobleza para
su ingreso en la misma. Pero a partir
de un Real Decreto dictado por Alfonso XII, (año 1.885) aparte de reconocer las
concesiones de hábito hechas por el Papa se tornó a la anterior exigencia de
exigir pruebas de nobleza para el ingreso en la Orden. El Gran Maestre, que en la actualidad es
nombrado por la Orden, tiene su residencia en Roma, en el llamado palacio de
Malta, y tiene la categoría reconocida de Príncipe soberano, recibiendo el
tratamiento de Eminencia, al igual que los Cardenales de la Iglesia. La Orden tiene por lenguas oficiales tres:
italiana, alemana y española. Los
caballeros se dividen en "profesos", lo que significa que han
pronunciado votos, o "no profesos". Esta última categoría comprende
las siguientes clases: - Bailios
Grandes Cruces de Honor y Devoción. -
Señoras condecoradas con la Gran Cruz del Honor y la Devoción. - Caballeros de Honor y Devoción. - Caballeros de Gracia Magistral. - Eclesiásticos condecorados con la Cruz de
Oro por méritos propios. - Donados de
primera clase. - Donados de segunda
clase. Se distinguen todas estas clases
en el modo de llevar la cruz y determinados detalles del uniforme. Creemos interesante reseñar a quiénes están
destinadas las dignidades anteriormente citadas. Comenzaremos por la más alta,
la de Bailio de Honor y Devoción, por regla general, se reserva a Soberanos,
Príncipes de la sangre y Presidentes de las Asociaciones de la Orden. Los Caballeros de Honor y Devoción están
obligados a presentar pruebas de nobleza, que varían según los países. Por
ejemplo, en Italia cuatro cuarteles blasonados de nobleza que cuentan para cada
uno, por lo menos, doscientos años de antigüedad. En Francia se dobla este
número, y son ocho los cuarteles de nobleza exigidos, y en el denominado Gran
Priorato de Bohemia Austria, se llega a los dieciseis cuarteles.
En lo que respecta a los Caballeros de la
Gracia Magistral deben ser nobles y presentar las oportunas pruebas, pero si no
pueden practicarlas de un modo completo, el Gran Maestre les otorga su
dispensa. En lo que respecta a España,
se ha venido exigiendo pruebas de nobleza, paterna y materna, bien en la forma
italiana de los cuatro cuarteles. En la actualidad, la orden de Malta, después
que en el año 1.955 la Santa Sede nombrara una Comisión que estudiará la
reorganización de la Orden, lo que dió motivo a larguísimas negociaciones, se
llegó al acuerdo de crear una nueva Constitución que, lo que en realidad hizo,
fue acentuar todavía más su dependencia del Vaticano. De todos modos, la Orden
de Malta continúa poseyendo bastante influencia ya que es poseedora de
considerables bienes, se la considera como entidad soberana y mantiene
representación diplomática en más de treinta países. Los tiempos, implacables en su devenir, han
convertido a esta orden que nació, primero como Hospitalaria, más tarde como
guerrera en su lucha contra los turcos, en una institución cuya actividad se
basa en las beneficencias.
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