José Peraza
Hernández
Hace unos días
comente sobre el exministro Eduardo Zaplana. Donde dije que no soy ningún
jurista, pero respeto las sentencias, sobre todos los que diga la ley.
La verdad que se
ha escrito muchos ríos de tinta sobre el caso del exministro Zaplana, hoy día
en prisión por diversos presuntos delitos.
El ex político,
que lleva desde mayo en prisión por el caso Erial, sigue muy afectado tras
haber contraído la Enfermedad Injerto Contra Huésped (EICH) que genera una
contrariedad para su trasplante de médula que se le aplicó contra la leucemia. Lo
certifican los médicos, y no uno ni dos.
Esto ya eso lo saben,
lo que quiero decir es qué, parece que tenemos dos varas de medir. Por que digo
eso. Por que voy a comparar el caso humado de otra persona. Y de otras que también
han tenido la misma enfermedad, de la banda terrorista ETA, hoy en la calle.
Otro que se ha
escrito mucho rio de tinta es del exalcalde de Marbella Julián Muñoz (68 años) condenado.
A poco año de prisión los médicos detectaron una enfermedad, procedieron hacer los
correspondientes informes médicos esgrimían que Julián Muñoz debía salir de
prisión por tener una enfermedad “grave e incurable”, que conllevaba “un pronóstico de vida corto” y
el Ministerio de Justicia le concedió al exedil un estatus previo a la libertad
condicional por “razones humanitarias y dignidad personal”.
La Fiscalía
recurrió su salida de prisión aduciendo que la enfermedad de Julián Muñoz “no
es terminal”, pero su frase “no dejéis que me muera en la cárcel” pesó más que
los argumentos del Ministerio Eduardo Zaplana, continúa
cumpliendo condena debido a su enfermedad. Ante la pregunta de la juez Isabel
Rodríguez a los servicios clínicos sobre si se había dejado de practicarle
pruebas a Zaplana durante su estancia hospitalaria, en un informe que emitió el
jefe de servicio de Hematología un día antes, el 27 de diciembre, confirmó que
no se le había dejado de practicar ninguna de las pruebas programadas: «Las
hemos practicado y continuaremos practicándolas según criterios estrictamente
médicos y sin ninguna interferencia externa».
¿Visto esto, creen
Uds. ¿Se puede interpretar que parece que hay dos varas de medir?
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