Evaristo
Fuentes Melián
El amigo
Jesús Fernández escribió el 31 de diciembre, en ‘Cartas’ del periódico ‘El
Día’, sobre el tema de acometer obras en las playas del Norte de Tenerife y en
carreteras diversas.
Siento
decir que no opino lo mismo que Fernández en algunas partes de su discurso
epistolar. La playa del Bollullo y
anexas son muy peligrosas, con oleaje y arrastres traicioneros. Muchos
forasteros y turistas lo ignoran, por falta de una bien planificada información
y equipos de vigilancia y salvamento. Tal como ha estado ocurriendo con harta
frecuencia a lo largo de decenios en las playas portuenses de Martiánez y Punta
Brava.
Facilitar
acceso a la playa del Bollullo y anexas en los municipios de La Orotava y Santa
Úrsula, aumentaría el número de accidentados, que este año 2018 superó la
cantidad de cuatrocientos bañistas ahogados en las playas españolas, con una
media de dos ahogados cada día en el mes de agosto, el mes de más frecuentes
baños de mar.
Lo fabuloso
sería hacer un Lago—similar al de Martiánez de César Manrique---en el lugar de
las plataneras de El Rincón, y poder contemplar, desde lejos y sin peligro, por
un paseo perimetral encima del acantilado, la belleza del litoral y su casi siempre
abrupto oleaje. Una de estas playas norteñas se llama de ‘El Socorro’. Por algo
será…
Espectador
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