Lorenzo de Ara
Sorprende que
España esté taciturna por la muerte repentina de Podemos. Para mí que ha muerto. A lo mejor es solo un
deseo. El partido nació viejo. Vino al mundo de la política sin una pizca de
democracia corriendo por las venas. Sus venas. ¿A qué viene, pues, el dolor de
cabeza ante lo que le pueda suceder a España porque Podemos haya estirado la
pata y, (esto es importante), debamos proceder a poner en marcha su
enterramiento cuanto antes? ¡Bien hondo el agujero!
¿Qué
diferencia hay entre Errejón (aseguran que con mejor cabeza) y Pablo Iglesias?
¿Es que un partido extremista que nació tocando excelentemente las teclas de la
demagogia social, pero buscando arruinar la convivencia democrática, tiene que
ser para los españolitos de a pie la tabla de salvación?
Teodoro León
Gross, de los pocos con la cabeza en su sitio en “El País”, está convencido de
que “en la izquierda, Errejón no rompe Podemos, pero rompe con Podemos. De
hecho, Podemos ya estaba muy roto. No es nuevo conjugarlos en titulares de
pretérito: Podíamos, Pudimos… De la fotografía fundacional sólo queda Iglesias
en primera línea con la caricatura de Galapagar. A golpe de purgas, se impuso
el bloque comunista…”. Y para concluir
su colaboración de hoy, apostilla lo siguiente: “el pragmatismo de la derecha
siempre generará alianzas, mientras que el dogmatismo de la izquierda siempre
tiende a la confrontación cainita. En ello están. Otra vez”.
En su dicha
(el macho alfa no huele a Vallecas), Pablo and company trabajan a gusto en el
proyecto de partido en el que creen de verdad. Entienden (y es así) que lo
mejor es estar rodeado de corderos, herbívoros, pusilánimes, amebas, al viejo
estilo del comunismo de toda la vida; gulag incluido.
Lo entretenido
será ver cómo Iglesias buscará la mejor herramienta (¿qué hicieron con
Trotsky?) para borrar del mapa a Errejón.
“El primer
deber de un político decente no es la coherencia sino la influencia, y Errejón
con Carmena tiene más futuro que con Podemos…Sánchez ha traicionado todo y a
todos para llegar donde está, y esa desvergüenza es mi único motivo de
admiración por él…”, escribe deliciosamente Jorge Bustos en “El Mundo”.
Y claro que
Errejón quiere ser influyente, y que se hable de él, pero no porque ha pasado a
mejor vida, sino porque le ha propinado una patada en los cojones al lobo
comunista que trabaja incansable cambiando pañales y llenándose de mierda.
¡De mierda siempre
ha estado lleno Podemos!
Carmena,
todavía en silla de ruedas, ha demostrado que tendría que haber sido la
protagonista de la maravillosa película ¿Quién teme a Virginia Woolf? La
Elizabeth Taylor no le llegaría ni al tobillo infectado.
Julio Llamazares
lo explica muy bien en su columna en el periodicucho del grupo Prisa: “La
eternidad es algo muy serio, por eso hay que tomársela a broma”.
Me parto de la
risa ante las calamidades venideras que caerán sobre el partido morado como las
plagas de Egipto ante la arrogancia y mezquindad del faraón todopoderoso.
¡A joderse,
comunistas!
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