Cristina
Tavío
Estrenamos
nuevo año. Hace 6 días que comenzamos a caminar en el 2019 y yo me reencuentro
con ustedes, queridos lectores, en una fecha especial y llena de magia para los
niños, pero también para los mayores, así que permítanme que utilice este espacio
para escribir mi particular carta a los Reyes Magos.
Sé
que Melchor, Gaspar y Baltasar ya han pasado por estas tierras pero estoy convencida
de que la magia hará posible que puedan leerla y quién sabe si interceder para
que se cumpla.
Este
año que estrenamos será de cambio, sin duda. Básicamente porque en mayo
tendremos cita con las urnas para las elecciones municipales y autonómicas. De
ahí que mi mayor deseo es que hasta entonces y después los responsables de
gobernarnos lo hagan con cordura, sabiduría y buscando el bien común.
Sé
que suena a tópico pero no está de más pedirlo porque, a veces, se olvida que
trabajamos para las personas y que las decisiones que tomamos no sólo deben tener
en cuenta los números y las estadísticas sino los proyectos de vida de quiénes
están detrás.
Muchos
me habrán leído o escuchado decir que la mejor política social es la creación
de empleo. Un puesto de trabajo es el primer paso para la tranquilidad y la
supervivencia de cualquier familia. Y aunque los gobiernos no son los
encargados de crearlos, sí lo son de poner en marcha políticas que den confianza
para que los emprendedores y las pymes hagan su labor.
Un
primer paso para lograrlo es bajar impuestos porque con ello se atrae y se fortalece
la inversión. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero yo añado que
también debemos aprovechar y copiar las recetas que en otras partes de nuestro
país o incluso del mundo son exitosas.
En
este caso les pongo el ejemplo de la Comunidad de Madrid que ha recaudado un siete
por ciento más sin subir impuestos. Es más, ha hecho todo lo contrario: han
rebajado el tipo mínimo del IRPF, se han ampliado las bonificaciones en
Sucesiones y Donaciones y han disminuido el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales
y Actos Jurídicos Documentados.
Con
todo y esto, la economía de Madrid creció en el tercer trimestre del 2018 a un
ritmo del 3,8 por ciento, por encima incluso del 2,5 de la media nacional y
todos los sectores productivos aumentaron sus niveles de actividad.
Es cierto que Madrid tiene menos administraciones
que mantener al no contar con los Cabildos, pero nosotros tampoco debemos perderlo
de vista y, por eso, es necesario reorganizarnos mejor para evitar duplicidades
y triplicidades. Y esto no es tarea de los Reyes Magos sino de nuestra
responsabilidad y actuación conjunta que no debemos retrasar demasiado.
La bajada de impuestos, las bonificaciones y
deducciones que está aplicando con acierto la Comunidad de Madrid son medidas que
tienen un bajo coste para las administraciones y que a su vez generan consumo y
crecimiento y, por ende, mayor recaudación.
No me gusta mirar al pasado, pero no debemos olvidar
que la mayor subida fiscal de la historia de nuestro país la llevó a cabo José
Luis Rodríguez Zapatero y creo que las consecuencias la recordamos todos. Un
país al borde de la quiebra, más de cinco millones de personas en paro y con
una deuda pública y un déficit presupuestario vertiginoso.
Ahora nos vuelve a gobernar otro socialista, Pedro
Sánchez, que junto a los comunistas de siempre vuelven a amenazarnos con
asfixiarnos a impuestos para poder pagar favores. Una decisión que sólo servirá
para que la economía vuelva a paralizarse.
Confío en que la mayoría del PP en el Senado y
unas elecciones anticipadas lo evite, porque hasta los Reyes Magos traen menos
cosas según qué política económica se aplique.
Queridos Melchor, Gaspar y Baltasar: sólo pido
que los que están y los que vengan lo tengan claro y recuerden que un gobierno
que penaliza el ahorro e incentiva la deuda está encaminado al fracaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario