Isidoro Sánchez García, ingeniero de montes. Vicepresidente
de la ACH. Tenerife
A mi hermano Dardi y a Juan del Castillo
Cuando el 5 de junio de 2018, Día Mundial del
Medio Ambiente, escuché al escritor y filósofo orotavense, Juan Bosco González
Delgado, en el salón Noble del ayuntamiento de la Villa de La Orotava,
pregonando las Fiestas patronales del Corpus y San Isidro, me acordé del amigo
Juan del Castillo León. De manera especial cuando Juan Bosco hizo referencia a
los inolvidables aromas de su infancia y juventud: el olor a los brezos
tostados en la víspera de las Alfombras del Corpus y al gofio que le enviaba
habitualmente su abuela desde la Villa de Arriba, donde estaban los molinos.
Es
que Juan Antonio del Castillo escribió en 1981 el libro ESENCIAS DE LA OROTAVA
y veinticinco años más tarde AROMAS DE LA OROTAVA. En ambos casos tuve la
suerte y oportunidad de prologarlos. Ello se debió a nuestra permanente
amistad, a veces amenazada por vaivenes políticos que siempre superamos. Lo
cierto es que Juan Bosco y Juan Antonio marcaron en sus respectivas
intervenciones unas referencias hacia los fenosistemas, esos sistemas ecológicos
que son fruto de la suma de los paisajes y los aromas, que tanto nos gustaba
gritar a los hermanos Francisco, Juan, Eduardo e Isidoro Sánchez, cuando íbamos
a caminar por los senderos de las Siete Cañadas, en el corazón del Parque
Nacional del Teide, para cargarnos de endorfinas y cultivar la resiliencia por
encima de los dos mil metros de altitud.
La
Orotava es un territorio repleto de biodiversidad, desde el mar Atlántico al
cielo de Canarias. Por eso llama la atención el cúmulo de aromas que nos encontramos
en Taoro, moléculas volátiles en la atmósfera entre las laderas del valle, en
la empinada cuesta de esa alfombra geológica que va desde la cumbre hasta el
mar por la cara norte de la isla de Tenerife. Lo advirtieron desde el principio
viajeros, naturalistas, geógrafos, geólogos, y botánicos. Mas tarde escritores
y profesores.
Ahora
tenemos la suerte de compartir vivencias emocionales con el vulcanismo y la
geografía de las plantas. Como le sucedió a un personaje singular, el prusiano
Alejandro de Humboldt, cuando disfrutó en Tenerife, junio de 1799, del permiso
oficial de la corona española para subir al Pico el Teide con su compañero, el
médico y botánico francés. Bonpland. Un naturalista que describió los pisos de
vegetación que encontró en su periplo por el gradiente vertical de Taoro,
disfrutó de los aromas del campo y del bosque, Monteverde, laurisilva y pinar,
hasta alcanzar la zona de leguminosas de la alta montaña y descubrió entre la
piedra pómez la violeta azul. No le faltó enamorarse de los aromas del agua y
de las nubes del valle.
Por
entonces ya La Orotava había incorporado a sus festejos al santo de la
agricultura madrileña, San Isidro Labrador, y se conocía el ruido del agua
canalizada hasta los molinos y el aroma del gofio en la Villa de Arriba.
Europeos como el francés Sabino Berthelot, los prusianos Alphonse Stübel, Hans
Meyer y Ernest Haeckel, el suizo Hermann Wildpret y el belga Jules Leclerq,
entre otros, pudieron constatarlo a finales del siglo XIX. Como Francisco
González Díaz y Oscar Burchard en la primera mitad del XX. Aún no se conocía el
aroma de las maravillas a pesar de la existencia de una histórica sierra
hidráulica de madera al comienzo de la Ruta de los Molinos. Hubo que esperar a
la llegada de la electricidad, a principios del siglo XX, después que don
Ricardo Ruiz Aguilar y la Sociedad Eléctrica Orotava (SEO) pusieron a caminar
la energía hidroeléctrica en Tenerife.
Ahora,
en el día 21 de junio de 2018, aniversario 219 del paso de Alejandro de
Humboldt por La Orotava, camino del Teide, el ayuntamiento de la Villa y la
Asociación Cultural Humboldt (ACH) celebraremos: una exposición de pinturas
acerca del Teide, del paisano orotavense Luis Perera; la entrega de fondos
bibliográficos humboldtianos a la biblioteca municipal; la presentación de mi
obra, HUMBOLDT. DE BERLÍN A BERLÍN, POR EL TEIDE Y EL CHIMBORAZO, a cargo del
profesor Thomas Heyd y la proyección del documental del equipo de Jaster
Creaciones, LA RUTA DE HUMBOLDT EN TENERIFE. Todas estas actividades nos
conducirán a destapar el tarro de las esencias que caracterizan los aromas de
las ideas de La Orotava. En particular las relacionadas con el agua, el vulcanismo,
la geografía de las plantas y la aclimatación. Es decir, el Universo, la Vida,
la Tierra y las Tecnologías.
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