Lorenzo de Ara
En las obras completas de “Alatriste” (resumiendo)
encontramos momentos memorables. Reverte es el mejor escritor en lengua
española de los últimos años. Nunca ganará el Nobel, y nunca necesitará que un
cualquiera le relama el culo para sentirse grande. No perderá un brazo en
Lepanto, pero perdió hace tiempo el miedo a los mediocres.
Y hablando de mediocres (mi gran pasión), los
socialistas son expertos en saber vender a la tribu lo que a kilómetros se sabe
que es insignificancia absoluta y corrompida, haciendo que el populacho
estúpido la consuma como un alumbramiento de un nuevo tiempo. El de las luces.
Siglo de Oro. Atrás el pesimismo del marianismo (¿ya enterrado?).
Con Sánchez cagando en la Moncloa, España recupera
la modernidad.
Con Sánchez echándose pedos por los despachos y
habitaciones de la Moncloa, España se vuelve Europea, moderna, laicista.
Hasta El País, con Soledad ejerciendo de
Torquemada, vuelve a ponerse de rodillas ante el rojerío patrio, intentado
ganar adeptos para la secta que se autodefine progresía inteligente.
Jajajajajaja.
Los ministros y ministras (cuán bajo cae el necio
creyéndose sabio) han gozado de los aplausos de los mendrugos que tienen pluma,
ordenador, radio o televisión.
En las putas y tóxicas redes sociales, los
parásitos del socialismo se desgañitan vendiendo que el PSOE hará que España
(cuando España sobra en el PS hace décadas) recupere la dignidad y la
sensibilidad social.
Sánchez no es más que un trepa que, gracias a una
herramienta legal, caga, mea, hace el amor y sigue odiando a Rajoy en un
palacete donde Pablo Iglesias lo puso, Bildu lo puso, ERC lo puso, PEDEcat lo
puso y CC se abstuvo (para la historia la cabriola).
El PP es un partidillo que hoy enseña las heridas
y llora por las esquinas lo que perdió por no saber defender como haría
cualquier hombre o partido democrático.
Feijóo, Soraya y Cospedal están organizando sus
ejércitos. Rajoy no quiere democratizar el partido, pero al mismo tiempo se
sabe incapaz de liderar el recambio con el dedo de Dios.
Aznar no conoce la humildad. Aznar es un dios que
el PP quiere convertir en demonio, pero no encuentra exorcista para luego
expulsarlo del cuerpo.
El socialismo es una máquina bien engrasada cuando
de publicitar se trata. Comunica como nadie. Ventea mentiras que a posteriori
la morralla traga como verdades sanadoras. Marketing es sinónimo de socialismo.
Así como pavura es sinónimo de PP.
A poco que el sanchismo se acomode en el poder sin
necesidad de elecciones (democracia bolivariana en Europa), comprobaremos que
España será una vez más llevada al enfrentamiento.
¿En qué otro sitio un atribulado perdedor de
elecciones sería capaz en diez días de limpiarse el culo con papel monclovita?
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