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viernes, 9 de mayo de 2014

LA CASA DEL PEÑÓN DEL FRAILE EN EL PUERTO DE LA CRUZ

José Melchor Hernández Castilla: Secretario de la Asociación Wolfgang Köhler.

“El Peñón del Fraile” junto a “El Peñón de La Peñita” son los únicos peñones que la mano del hombre no ha destruido en el Puerto de la Cruz. Dos Peñones más, como el de Fumero o de Blanco (inmortalizado por una fotografía de Piazzi Smyth en 1856) en la calle Teobaldo Power y otro en la calle Puerto Viejo, no tuvieron tanta suerte. Estos Peñones son geológicamente contemporáneos a la edad del Puerto de la Cruz, 30.000 años, y posiblemente nacieron del deslizamiento de grandes rocas incandescentes provenientes de La Montañeta de Las Arenas.


Este Peñón recibe el nombre del Fraile por Fray Juan de Jesús (1615-1687); antes de 1646, residía en dicho lugar como un ermitaño, dedicado a la oración, meditación y penitencia, con la única compañía de una cruz hecha de unos verodes secos. El Peñón fue embellecido por Luis Lavaggi con unos escalones de piedra, un terraplén en su cúspide y una cruz verde en 1813. Y algo más tarde, Antonio Perera edificaba el templete con sus características 6 columnas en 1855.

Conocemos, por la fotografías del portugués Antonio Passaporte, que no existía casa cercana a dicho Peñón en 1931. Actualmente, existe un cuello de botella a la entrada al Parque Marítimo, que se sitúa cerca al Peñón del Fraile y tiene su origen en una casa paralela al mismo.

Antes que nada, habría que dejar claro que existe un problema de tráfico en la confluencia de la Avenida Francisco Afonso, Avenida Luis Lavaggi, Avenida Blas Pérez. La mayor parte del tráfico rodado que se quiere acercar a la Plaza del Charco, pasa por ese tramo. Además, con la nueva fórmula de aparcar en la avenida Luis Lavaggi (destino Playa Jardín) el problema se agrava; ya que toda una cola de coches tiene que esperar la maniobra de otro coche, no exenta de dificultad, de dar marcha hacia atrás entre dos coches. Seguidamente, llegamos al semáforo de la casa del Peñón del Fraile, que vuelve a hacer cola.


Este último problema tiene una solución sencilla, y no se ha realizado por dejadez y por permisividad. La casa paralela al Peñón del Fraile “se tira abajo”, como lo contempla el Plan Especial del Parque Marítimo, y se indemniza adecuadamente a sus propietarios, y el problema está resuelto. No creemos que haya que pensar mucho para hacer esto, simplemente tomar decisiones acordes con la ley vigente.  

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