Una
pesadilla hizo que despertara de madrugada empapado en sudor. Marco González
(PSoe) alcalde del Puerto de la Cruz. Esta vez no conseguía ganar en las urnas,
algo que nunca olvida aventar en todas y cada una de las entrevistas. Esta vez
(sólo una pesadilla, me dije al abrir los ojos) el PSoe (España y obrero son
grandes falacias en el partido) quedaba segundo, por detrás del PP.
Pero una
combinación a tres bandas hacía posible que el dios del Facebook se hiciera con
el bastón (bastoncillo) de mando del consistorio. Tres extremistas de izquierda
daban el aprobado, y una figura solitaria, que no se identificaba en el sueño,
también elevaba a los cielos un sí mayúsculo. Lope Afonso se dirigió con
presteza a felicitar a Marco González, pero éste, ya embutido en el uniforme de
todopoderoso portador del supremacismo izquierdista, rechazaba la mano del
facha, ordenándole que abandonase el salón y saliese del ayuntamiento por las
dependencias policiales. Lope, misericordioso, obedecía sin mediar palabra. El
resto de la tropa pepera, seguía los pasos del líder ganador (en votos) de las
elecciones.
¡Pesadilla!
Ya no
pude seguir durmiendo.
El PSOE
bonito quiere sacar los huesos de Franco del Valle de los Caídos. También a
Primo de Rivera. El PSOE se abraza a la muerte y aspira a tener eutanasia en
las farmacias. El PSOE convertido en naviera, quiere rescatar a toda esa gente
que anhela una vida digna. Los que no somos socialistas (pro la gracia de Dios
y porque tenemos inteligencia) hacemos lo mismo con esos pobres hermanos, pero
sin necesidad de montar circos mediáticos y, mucho menos, de creernos que
tenemos una varita mágica (¿entre las piernas?) para solucionar este grave
conflicto.
El PSoe
quiere acercar presos (asesinos) de ETA a la noble tierra vasca. Hay que pagar
la factura al PNV. ¡Que se jodan las víctimas y sus familiares! El PSoe es una
máquina despiadada que ni siquiera se acuerda de sus propios muertos.
También
el PSoe se magrea con los independentistas catalanes. Golpistas. Mete la lengua
hasta la garganta de Torra el sanchismo humillado en las urnas. El PSoe ya está
en la Moncloa y Pedro acepta con vaselina (mucha) que TVE la dirija un
periodista de extrema izquierda.
El
pueblo, mientras tanto, sin derecho a votar.
¡Pornografía
socialista!
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