Evaristo
Fuentes Melián
Primera.
- Recuerdos de la Milicia Universitaria.
La
Milicia Universitaria IPS se realizaba en los tres meses de verano de los años
sesenta, siglo XX, en el Campamento sito frente al aeropuerto de Los Rodeos.
Los alumnos aspirantes a oficial de complemento poníamos apodos (popular
canario: nombretes) a algunos de los oficiales; por ejemplo, a un teniente con
cara de enfermizo, una eme de tío, lo llamábamos ‘el gonococo’, y cantábamos
copiando y parafraseando la letra de la entonces célebre canción festiva muy
pegadiza: ‘Popotitos’.
Yo
pertenecí al Arma de Ingenieros Zapadores y hacíamos frecuentes experimentos
con explosivos. Al oficial que nos mandaba, un teniente alto peninsular, le
gustaba mucho jugar con fuego…En cierta ocasión detonó, con el cebador
fulminante, una carga explosiva en el tronco de un eucalipto de la zona del
pequeño monte que todavía hoy existe al sur en la zona trasera del Campamento.
Al explosionar, pegó un taponazo y un cacho de tronco de dos metros, fue a
parar a más de cien metros de distancia, al Patio de Armas, que en ese momento
estaba vacío. Menos mal. Si llega a caer sobre alguien ¡lo hubiera fulminado!
Segunda.
- Canastas de tomates.
En
cierta ocasión veraniega, un conocido matrimonio de La Orotava fue de excursión
a Los Gigantes, y al pasar por Tamaimo vieron por fuera de un empaquetado una
de esas canastas llenas de tomates recalentados al sol. Pararon un momento y
cogieron tomates y se los comieron en ruta por la sed que tenían. Pero los
tomates, como queda dicho, estaban recalentados; y al poco rato el matrimonio
fue víctima de unas diarreas horrorosas y se pasaron el fin de semana del
retrete al…retrete, en el apartamento del Sur. Sobran más comentarios.
Espectador
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