Salvador
García Llanos
Prestemos
atención al acuerdo suscrito por el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz con la
Secretaría de Estado de Turismo, a través de la Sociedad Mercantil Estatal para
la gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (Segittur), mediante
el cual se adhiere al proyecto Destinos Turísticos Inteligentes.
Desde
hace años venimos abogando por la cualificación y la innovación en el producto
turístico. Esta parece ser una buena ocasión que debe ser aprovechada para
acreditar con hechos que el municipio
tiene futuro, que es factible hacerlo competitivo con planes de actuación y con
aplicaciones que permitan contrastar las características de destino
inteligente, en inglés Smart Destination.
Diagnosticar
la situación de partida no parece difícil. Si a partir de los resultados se
configuran los planes de acción en ámbitos tales como la innovación, la
tecnología, la sostenibilidad y la accesibilidad, estaremos acercándonos a la
mejora de la oferta, a su diferenciación, que es, en definitiva, lo que
realmente hay que cultivar.
En el
convenio suscrito, el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz se compromete a
impulsar la transformación del destino hacia un modelo de desarrollo turístico
inteligente. Eso se logra, teóricamente, con la participación efectiva de todas
las áreas competenciales de la administración local y la concurrencia del
Consorcio para la Rehabilitación Urbanística (Turística) del municipio. Se da
por hecha la concurrencia del sector privado y de la población local para
garantizar la implicación integral en el proceso.
Y es
que convertirse en un destino inteligente significa disponer de una actuación
integral de revalorización del destino turístico, concentrada en los cuatro
soportes estratégicos anteriormente mencionados y que deben implementarse en la
totalidad de marcos de gestión y desarrollo de una marca turística ya tan
acreditada como la portuense que debe competir, ahora con este distintivo,
Smart destination, para seguir captando mercados emisores y nuevas tendencias
turísticas.
Las
informaciones apuntan que tal distintivo se está consolidando y generando cada
vez más expectación tanto dentro como fuera de España. Que se estén sumando
municipios repartidos por todo el país revela que es una alternativa a la que
cabe sumarse, no como como un intento desesperado para justificar
estancamientos de diverso tipo, sino, como en el caso del Puerto de la Cruz,
para cualificar su oferta y poner a prueba su propia capacidad de renovación y
superación.
Así que
debemos estar atentos, en primer lugar, a los resultados de esa auditoría del
destino. Y luego, a las acciones y prioridades que se establezcan para avanzar
con propiedad hacia la competitividad palpable y esa oferta cualificada que
contribuyan a la diferenciación antedicha.
Que
todo no quede, en fin, en el mero acto de la firma del convenio y su proyección
mediática. A ver si el sector se anima y aporta también lo que de él puede
esperarse después de muchos años en una actitud de a verlas venir.
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