Salvador
García Llanos
Merkarte
en Gira 2018, una iniciativa del Área de Juventud, Patrimonio Histórico e
Igualdad del Cabildo de Tenerife, arrancó ayer tarde en el Museo de Arte
Contemporáneo 'Eduardo Westerdahl' del Puerto de la Cruz. La exposición es un
caleidoscopio de estilos, una opción muy válida para contrastar el talento de
los jóvenes artistas que, en esta ocasión, recibieron los votos de los
visitantes a una suerte de supermercado del arte para acceder a un premio
consistente en la exposición de las obras de los ocho autores mejor valorados.
El objetivo
de Merkarte es dar a conocer y acercar la obra de los artistas noveles de la
isla, de modo que su salto a la profesionalización tenga un buen soporte. Se
trata, como explicó la consejera Josefa Mesa Mora, de ofrecerles la oportunidad
de exponer en un marco adecuado donde les sea posible recaudar el importe
íntegro de las ventas con los precios que ellos mismos han fijado. Mesa -cuya
labor callada y sin alharacas es acreedora de reconocimiento- dijo también que
lo importante era ofrecer una opción más al público sensible con el hecho
cultural y capaz de valorar la creatividad de los jóvenes talentos.
Pues
allí, en las estancias acondicionadas para la ocasión, con sobria sencillez,
puede verse parte de la producción de Gabo Pata Palo, ilustrador y artista del
tatuaje, apta para interpretar la simbiosis entre los sueños y la realidad, la
imaginación y la abstracción. Y de Andrea Luis, para quien crear, generar algo
de la nada es transportar una imagen a su mente hacia el mundo exterior. Y de
Elvira Piedra, cuyo hilo conductor de su trabajo es “la fuerza femenina que
convive de forma natural con la belleza y lo enigmático”, sustentado en
técnicas como grafito, acuarela y tinta china. Y de Amanda Siworae, desde hace
seis años empeñada en la fotografía artística después de haber estudiado
Historia del Arte en la Universidad de Salamanca. Y de Javitxuela, ilustrador,
pintor y activista, conocido, entre otras cosas, por su icónica distribución de
Manuel Catwoman y por trabajar en el popular blog femenino Barbijaputa. Y de
Pablo Falcón, en cuya obra dominan el grafismo, los colores saturados, la
línea... “todo ello acompañado por la combinación de técnicas y variaciones en
los soportes, cuidado el dibujo ya establecido”. Y de María Viroque, licenciada
en Bellas Artes, con especialidad en diseño, pintura y audiovisuales. Sus
referencias hay que encontrarlas en los paisajes que habita y visita y sus
propias vivencias como mujer. Y de Laura B. Hernández, graduada en Bellas Artes
por la Universidad de La Laguna en la especialidad de pintura. En Amberes se
familiarizó con la litografía, procedimiento de impresión perteneciente a la
modalidad del grabado.
Lo
dicho: un caleidoscopio de estilos, una colección llamativa que los autores,
allí presentes, junto al crítico Celestino Hernández, trataron de condensar sin
alardes a la espera de que la acogida sea muy favorable.
Por
cierto, aunque sea a título anecdótico: para ser el último viernes del mes,
vísperas vacacionales, y pese al acontecimiento astral, había mucho público. Pero
de los veintiún ediles portuenses, ni uno solo. En fin...
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