Evaristo
Fuentes Melián
He
venido diciendo que para mí el Mundial de Rusia 2018 es el mejor Mundial de los
17 que he gozado a lo largo de mí ya ídem existencia. La tecnología audiovisual
realiza imágenes y tomas, no solamente de las jugadas más espectaculares, sino
que también con primeros planos de los rostros de jugadores y aficionados con
sus alegrías o tristezas. Nota aparte, merecen algunas frases improcedentes que
se les han escapado a los comentaristas, como decir que “Messi la caga” o que
ha habido “mucha leche” en determinada jugada. Y también expresiones corporales
como aquella de Griezmann al marcar uno de sus goles a Argentina, que corrió a
hacia la grada donde estaban ubicados los aficionados franceses y se tocó,
literalmente, los testículos con descaro, aunque la cámara— ¡censura!—intentase
soslayar esa grosera manera de expresar su alegría.
Los medios audiovisuales y la televisión en
particular han evolucionado tanto, que debo recordar tres etapas cronológicas
con sus eventos a lo largo del desarrollo de mis 17 mundiales:
1º.- Mundial de Brasil 1950. El gol de Zarra
(Telmo Zarraonandía) a Inglaterra, con imágenes únicas tan borrosas de dicho
gol, que hoy en día, casi setenta años más tarde, todavía no sabemos si Zarra
lo metió con el pie, la rodilla, la pantorrilla o el peroné…
2º.- Años sesenta/primeros setenta, siglo
XX.- En la tele en blanco y negro la repetición de las jugadas salía con una R
intermitente en una esquinita de la pantalla; y las jugadas interesantes se
repetían con otra cámara desde el lado contrario, acompañadas de un letrero
aclaratorio.
Y 3º.-
En la actualidad.- Son espectaculares
las repeticiones a todo color en cámara lenta o lentísima, con esos golazos en
que la pelota vuela lentísimamente y ‘muerde’ la red o ‘lame’ la cruceta, rozando
en muchas ocasiones los guantes del portero derrotado.
En fin,
lo siento por España, que ahora me recuerda a equipos como el CD Tenerife, que
suben y bajan a lo largo del tiempo. El Tete debutó en Primera una temporada,
1961-62, descendió inmediatamente y no volvió a oler la Primera División sino
28 años más tarde, en 1989 y la década prodigiosa de los años noventa del siglo XX. La
Selección Española tuvo su etapa gloriosa en 2008 y 2012 campeona de Europa y
en 2010 campeona del Mundial de Sudáfrica.
Espectador
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