Antonio-Pedro Tejera
Reyes
EL TURISMO: UN EJÉRCITO
DE PAZ
En un extraordinario mensaje “urbi et orbi” el prestigioso y veterano diplomático de largo recorrido internacional,
Alejandro José Gallard Prio, nos envía desde Nueva York, una consecuente y
sensata idea, a la cual hacemos referencia en su publicación digital EL
ARCHIVO, el pasado domingo.
Esta idea sacada a la luz, en estos
delicados momentos tendría su base natural en aquellos enjundiosos programas
que en los años sesenta del pasado siglo, promovió la UIOOT - antecesora de la Organización Mundial
del Turismo - con el lema “Turismo pasaporte para La Paz”, sobre lo cual hemos
escrito muchas veces.
Propone Alejando José, una solución
a la cual no le encontramos nada que pueda contradecirla seria-mente, si bien
el mismo asume las dificultades que tiene para hacerla efectiva, que ahora nos
suena como imposible de aplicar.
En busca de una solución eficaz
para la tragedia que vive su país natal, nos ilustra con estas líneas que sin
duda se harán famosas por su contenido en el mundo entero.
“Inverosímil, dirán unos, locuritas dirán otros, pero los que
conocemos esa fuerza humana que es el ejército de paz más poderoso del mundo:
el turismo, estamos convencidos de que si convocamos a un "Congreso
Ecuménico de los "Valores Espirituales del Turismo", a nivel mundial,
con la cooperación y patrocinio de la Organización Mundial
del Turismo; las religiones del mundo; los organismo internacionales involucrados
en preservar La Paz; las Cámaras, Asociaciones y Federaciones de Servicios
Turísticos; en fin todo aquel que está involucrado en la actividad llamada
Turismo, cuyo propósito es la felicidad y la paz, podríamos rescatar la
situación en que quedará postrada Nicaragua, por la tragedia humana que sufre
actualmente.”
“Lo primero que habría que hacer para lograr esto, sería crear el organismo
anfitrión, lejos de toda contaminación política, presidido por la Cámara Nacional de
Turismo y con la cooperación de los representantes en el país de las Naciones
Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Secretaría de los Estados
Centroamericanos, entre otros. El Congreso sería el punto de partida para
asegurar estabilidad, confianza y seguridad, haciéndole saber al mundo que esta
nueva Republica ya trabaja en paz y tranquilidad y que ha regresado la
confianza, la sensatez, la dignidad, la moral y la ética”.
Dice la Organización Mundial
de Turismo, que "el turismo es riqueza para la
persona, para la familia, para la comunidad, para el mundo entero" (OMT
2003).
Ese congreso que propone el sabio
Alejandro José Gallard, es la idea más brillante que hemos conocido que pueda
fortalecer la comprensión y el entendimiento y la paz entre los pueblos del mundo.
No conocemos ningún país entre las decenas que hemos visitado – entre ellos
toda la América
Hispana – que reúna las características excepcionales que
tiene Nicaragua, para ser la sede de semejante acontecimiento universal. Un
país donde la honradez y la honestidad de sus gentes llega a límites
inconcebibles en este 'mundo moderno', permitiendo hasta el cambio de moneda en
plena puerta de sus iglesias – la Catedral de León, por ejemplo – sin más
vigilancia policial que una muy discreta observancia llevada hasta su más
amable interpretación.
Son miles de horas de nuestro
benemérito trabajo el que hemos dedicado a Nicaragua, junto a miles de horas
empleadas en nuestras charlas, conferencias, artículos y reportajes que hemos
dedicado al país. No hemos podido llegar más lejos con nuestro agradecimiento a
ese lugar privilegiado en el mundo que es ese hermoso país.
Termina Alejando José
Gallard, su proclama con esta modélica prédica: “El Turismo, o sea, esa oportunidad de conocernos, equivalente a
educarnos en libertad y a ejercer el mandato divino de amarnos los unos a los
otros, sería sin duda, lo que puede iluminarnos a que en realidad en el mundo
no haya diferencias. Solo nos hace falta, a través del intercambio personal que
nos dan los viajes, conocer nuevas creencias y culturas, logrando así esa
anhelada paz mundial, por lo que este Congreso Ecuménico que proponemos, nos
daría la pauta, al reunirnos en esta pequeña porción de tierra centroamericana,
de que ¡El Turismo es
amor, bienestar y felicidad!”
Ejército de paz, una acertada
visión de este movimiento mundial, que tiene que estar favorecido por todas las
administraciones públicas y privadas del mundo, como una incontrovertible
realidad para conseguir la convivencia humana que la humanidad persigue en la
cual, sin género de dudas, se impone la comprensión humana y el respeto y la
valoración de nuestros semejantes, partiendo de unos principios que lo dicen
todo y que tiene acuñados Rotary Internacional: “El conocimiento mutuo y la
amistad como ocasión de servir. La buena fe como norma en los negocios y en las
profesiones, el aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia
en servicio a la sociedad.”
La cultura de paz, y el
conocimiento tienen que triunfar sobre el egoísmo, la prepotencia, y la injusticia
que se esconde con torcidas manipulaciones para favorecer a los poderes consti-tuidos,
en un mundo donde EL TURISMO se está consolidando como ese ejercito de paz, que
paso a paso, va avanzando con la seguridad y la eficacia que da la razón y la
justicia bien aplicadas.
Gracias, querido Alejandro José
Gallard, por tu genial idea.
¡Turismo pasaporte para la paz!
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial
del Turismo. UNTWO
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