Antonio-Pedro
Tejera Reyes
Vivimos
muchos años en América “deslumbrados” por la prepotencia de “la madre patria”.
Los habitantes de estos hermosos y sufridos países llevan más de 500 años
padeciendo lo mismo. Bolívar, San Martín, José Martí, los peruanos Francisco
Antonio de Zela, Hipólito Unanue y Pavón y tantos y tantos otros, han sido
genios que un día se sublevaron contra esa manera de ver el mundo hispánico
que, desgraciadamente, sigue existiendo por parte de la generalidad de los
españoles que no conocen la auténtica importancia de ese mundo que se extiende
como una mancha de aceite, de forma imparable, sobre la faz del planeta.
Todo un
panorama que algunos hemos vivido y entendido en toda su magnitud, sin que,
desgraciadamente, insistimos, podamos hacer otra cosa que hilvanar algunas
líneas exponiendo las consideraciones del caso, ahora con singular alegría
viendo como el turismo terminará, más tarde que temprano, con esas diferencias
que los gobiernos oficiales españoles no han sabido cómo, o no han querido,
eliminarlas a través de los tiempos…
Durante
los pasados años, hemos vivido en América las visitas de los más destacados
miembros del llamado Instituto de Cooperación Iberoamericana – no sabemos si
ahora se llama así – que con una marcada ostentación del poder central de la
España oficial, nos invitaba a reuniones y ágapes para decirnos lo que iban a
hacer, escuchar los planteamientos que le hacíamos, pero siempre con un
programa sellado en sus centrales madrileñas, producidos con la visión que el
gobierno español de turno tenía de la América Hispana, por supuesto nunca
coincidente con lo que se necesitaba realmente para desarrollar ese importante
mundo iberoamericano que late, y ha latido siempre, de un sentido patriótico
universal unido a su identidad nacida de la fusión de sus razas autóctonas con
la española, principalmente. Esta es la realidad de un tema que nunca se ha
querido tratar como es debido.
Los
tiempos avanzan y las cosas cambian.
La espectacular visión del HOTEL HESPERIA,
en la isla Margarita, Venezuela, una unidad hotelera
de cinco estrellas, construida y financiada
por una empresa española – la ONCE – hoy gestionado por la firma hotelera
HESPERIA.
LA
FUERZA DEL EJÉRCITO DE PAZ: EL TURISMO
El
turismo, ese maná nacido del desarrollo social, producto de los avances de la
cultura y del trabajo. – fundamentalmente del trabajo – comienza a abrir las
puertas de esta América que ensalzamos, propiciando lo que las políticas
oficialistas no han podido, o no han sabido hacer, a través de los años…
El
empresariado español está realizando una obra en América de una magnitud
extraordinaria. Está consiguiendo el desarrollo de los pueblos y de sus
habitantes de una forma ordenada, consecuente, y laboriosa, del más profundo
contenido social. No nos engañemos, sus metas son los beneficios económicos,
pero, en ese ir y venir que esta actividad les produce, su desempeño como motor
indiscutible para la elevación de la calidad de vida, la expansión de la
cultura, la riqueza, y el desarrollo social de los pueblos de América, es
realmente imparable y encomiable.
Uno de los hoteles de Barceló, en la Rivera
Maya, del caribe mexicano un ejemplo clásico de la integración de la naturaleza
en el entorno del desarrollo del turismo.
Nuestras
largas conversaciones con los rectores de la Universidad para La Paz, de las
Naciones Unidas – allá, en esa Costa Rica modelo donde los haya de los
programas para el “desarrollo turístico sostenible” – versaban siempre en la
necesidad de desarrollar el turismo en todas las naciones de América para
acabar con los viejos enfrentamientos bélicos, mediante la elevación de su
calidad de vida, la riqueza, y la expansión de la cultura de paz que el turismo
lleva consigo a donde quiera que vaya.
La
acción emprendida por el empresariado español en América, está propiciando la
capacitación de miles de personas, cuya principal meta es expandir esa cultura
necesaria en el mundo, moviéndose como ese ejército de paz, que dice Alejandro
José Gallard, con un sentido universalista donde los principios morales están
sustentados en la honradez, el trabajo y la perseverancia, tal como tiene
plantado en su propio despacho el ilustre profesional Guillermo Valencia
Velásquez, uno de los más altos directivos de la empresa mundial
Intercontinental Hotels Group, un técnico colombiano formado y preparado en
Canarias, que está ejerciendo allí su labor directiva, y por tanto altamente
educativa, como hemos podido comprobar en los varios reportajes en que le hemos
mencionado.
El
Dr. Antonio-Pedro Tejera Reyes, junto a Guillermo Valencia Velásquez, destacado
profesional, alto directivo en la presidencia de la Intercontinental Hotels,
graduado en la Escuela de Turismo de Tenerife, en los años 1970.
Son
decenas los directivos de empresas españolas que conocemos en América que están
formando profesionales turísticos, en todos sus niveles. Decenas de hoteles
españoles están acercando a la cultura universal a miles de americanos y
elevando su nivel profesional y socio-económico. Sus espectaculares resultados los detectamos
ya por todos los rincones de América…
“El
turismo es riqueza” dice la Organización Mundial del Turismo. La riqueza
principal es precisamente la elevación de la calidad de vida de los pueblos,
algo que solo se consigue con la elevación de su cultura, en lo cual el turismo
es insustituible.
LA
REALIDAD ACTUAL
El
empresariado español, ese de los cientos de hoteles en hispano América, bien
merece un reconocimiento muy especial y un tratamiento acorde con su obra. Esta
es la consideración que en toda América debe de hacerse reconociendo la valía
sin límites de la labor de apostolado que su aporte significa, no como un
desarrollo económico – que lo es – sino como el desarrollo social que está ya
Uno de los primeros hoteles de esta nueva
era turística cubana el MELIA VARADERO, que fuese nuestra morada en el año
2004, durante unos días, sorprendidos por la calidad de sus instalaciones y
servicios.
sintiéndose
en todos los lugares de América donde los significativos nombres de las más
importantes empresas hoteleras españolas lucen con orgullo su emblema. Cuba, dominicana, México, etc., son unos
buenos ejemplos de lo que aquí exponemos.
El Hotel Iberoestar Punta Cana, en República
Dominicana, otra de las bellezas conseguidas con la conjugación de la
vegetación tropical y la más moderna “arquitectura turística” aplicada el
turismo de sol y playa.
Volviendo
a los orígenes de nuestro comentario, traemos al recuerdo una larga charla
sostenida en la Villa de la Orotava, allá por años ochenta del pasado siglo,
con el que fuera más tarde Embajador de España en Venezuela, nuestro recordado
amigo el Dr. Alberto de Armas García, donde precisamente, abordamos este
difícil tema y llegábamos a la conclusión de la necesidad de que se hiciera lo
que se está haciendo ahora, como única medida posible de acabar con los signos
de la prepotencia hispánica que tanto molesta a nuestros hermanos americanos.
Potenciar
la cultura, la economía y el desarrollo social, es lo que están haciendo los
empresarios españoles ahora en América, lejos, muy lejos, de aquellos que
cargaban sus galerones con el oro peruano o colombiano para ofertarlos a los
reyes de España y que después eran asaltados por los legendarios piratas
europeos de la Europa “civilizada” algunos de ellos galardonados posteriormente
por sus propios gobiernos “democráticos”.
El
potencial de turismo urbano de la Ciudad de México cuenta con esta joya de una
de las más reconocidas empresas turísticas españolas. Esta imagen del HOTEL
MELIÁ CIUDAD DE MÉXICO REFORMA, es una buena muestra.
Los
tiempos cambian y las personas también. Hoy América ve con satisfacción y
alegría la llegada de los empresarios turísticos españoles, porque saben que
con ellos llega su desarrollo social, la creación de puestos de trabajo dignos…
culturizados… encuadrados dentro de la propuesta empresarial que da categoría,
mando y poder de decisión a aquellas personas con capacidad para ello, ya sean
de Bolivia, Ecuador, Nicaragua o Paraguay… Eso es lo que ha conseguido el
turismo… la revolución socio-económica más importante de nuestra época…
*Del
Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, UNTWO.
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