1971. Maturín, Estado Monagas, Venezuela.
El profesor Leoncio Afonso Pérez, inaugura el I Curso de Estudios Turísticos en
Iberoamérica, organizado por el Centro de Estudios Turísticos de Canarias,
celebrado en el Colegio de Ingenieros de Monagas, y con la presencia de las
primeras autoridades del Estado, presididas por el Dr. Solorzano Bruce, en esas
instancias Gobernador del mismo, y el Alcalde de Maturín, Lcdo. Emery Mata Millán.
Antonio-Pedro Tejera Reyes
Mas
allá, de la cuota de valor que podamos añadirle al conocimiento en el
desarrollo de sus funciones, los responsables oficiales de la enseñanza
turística tienen el deber de cumplir su cometido con eficacia, teniendo en
cuenta que, “el turismo es el ejército de Paz más poderoso del mundo” Alejandro
José Gallard.
CAMINANTE
NO HAY CAMINO, SE HACE CAMINO AL ANDAR… (Antonio Machado)
Uno de
los más graves problemas que ha tenido la formación académico-profesional
turística, ha sido su permanente enfrentamiento con las políticas de las
administraciones públicas.
Desde
su nacimiento en España (1963), el problema ha consistido en el desconocimiento
de sus funciones de los personajes que han regido, y rigen, los centros
oficiales de los distintos países fundados para la impartición de los estudios
de turismo en sus vertientes académicas y profesionales. Dos cosas
completamente distintas en el caso del turismo, aunque también determinantes,
en el caso de otros muchos estudios, tal como describe con todo acierto el
periodista Ricardo Peytavi, en su artículo “La estafa en la educación superior”
(El Diario de Tenerife.com. 08-03-2018).
El caso
concreto de España estaba marcado por la presencia del estamento militar en la cúpula
de la dirección de estos estudios, así como de altos funcionarios del
Ministerio de Información y Turismo, que imponiendo sus criterios conformaron
unos estudios turísticos que tenían cinco materias de Derecho, frente a tres
dedicadas al sector turístico.
Un
veterano militar – teniente coronel del ejército español – fue el elegido para
dirigir la Escuela Oficial de Turismo, un caso singular ya que su preparación
dio óptimos resultados para el recuerdo, siendo Ignacio Díaz de Aguilar, un
referente como buen gestor de la puesta en escena de los estudios oficiales de
turismo en España.
En
paralelo funcionaban en España, las escuelas de hostelería, dedicadas a la
formación del personal de este sector del turismo, algunas regidas por el
Gobierno Español, y otras por entidades locales como los casos de Baleares, o
Canarias donde los cabildos insulares eran los promotores de estos estudios.
EL
FONDO DEL PROBLEMA
Al
tratarse de unos estudios nuevos sin un origen nacido dentro de su
profesionalidad, su distorsión era un referente en toda España – que ponemos de
ejemplo por tratarse de una de las pioneras de estos estudios en el mundo –
donde la falta del conocimiento turístico, originaba la salida de esos centro
de estudios – donde ya proliferaban los privados – de titulados como “Técnico
de Empresas Turísticas”, que así se llamaba la carrera, con escasos
conocimientos del manejo y la gestión, de unos establecimientos – hoteles y
agencias de viaje – que tenía la obligación oficial de tener al frente, a uno
de estos graduados. Esto dio lugar a serios conflictos, en muchas zonas de
España, en la cual Canarias tenía ganada la carrera, pues tuvimos el acierto y
la oportunidad de nombrar director técnico, de nuestras
Victor E. Claudet, graduado en turismo de Perú, recibe el Diploma acreditativo
de su excelente participación en un curso sobre la calidad en la gerencia y
dirección del turismo, celebrado en Canarias en la sede del CIESTCA.
escuelas
de turismo, a un personaje, nuestro recordado amigo Leoncio Afonso Pérez,
profesor de Geografía de la Universidad de La Laguna, que, además, era el
presidente del Consejo de Administración del Hotel Atlantis – cuatro estrellas
– que se construía en el litoral del norte de Tenerife, habiendo sido también
director de un instituto educativo de segunda enseñanza.
Este
hecho marcó rápidamente la situación, ya que se combinaba el conocimiento
académico, con la necesidad de incorporar la práctica profesional a los
estudios, en lo cual tuvo una importancia vital nuestra procedencia del campo
de la Publicidad y Relaciones Públicas en el turismo, en lo cual éramos líderes
destacados en las islas.
El
docto profesor Antonio Rivero Daranas – quien fuese graduado como “Técnico en
Empresas y Actividades Turísticas”, en la Escuela de Turismo de Las Palmas –
imparte de una sus clases magistrales, en Tenerife, dentro de los cursos
especializados para alumnos extranjeros, procedentes de todo el mundo.
Se hizo
historia en toda España, que llegó a expandirse ya a niveles mundiales. Los
estudios de turismo estaban comenzando a avanzar en el mundo entero.
Frente
a esta realidad profesional, estaban las políticas de las administraciones
públicas donde predominan unos intereses que nada tienen que ver con la
efectividad de la gestión, nombrándose cargos directivos, asesores, y gestores,
cuyo cometido era sencillamente seguir la política estatal, sin nada que sirva
para comprobar su eficacia como actuantes directivos para formar profesionales
turísticos con la capacidad y el conocimiento necesario para desempeñar con
éxito sus funciones.
Esta
situación pasa a segundo término, en la generalidad de los países pese a los
denodados esfuerzos en corregirla, de entidades como la Organización Mundial
del Turismo, o la AMFORHT (Asociación Mundial para la Formación Profesional
Hotelera y Turística) que ven con desconsuelo como otros tipos de
organizaciones ocupan el escenario, solo ávidas por obtener dividendos ya sean
políticos o económicos.
LOS
NUEVOS ESCENARIOS
Le
enseñanza personalizada, junto a la técnica grupos ocupa uno se los más
exitosos lugares dentro de la revolución en la enseñanza que es necesaria, para
cambiar el mundo. El modelo se experimentó con señalado éxito, en un programa
celebrado en Canarias, durante los años 1999-2012, impartido por el Centro
Internacional de Estudios Turísticos de Canarias, en conjunto con la
Universidad para La Paz, UPAZ, de las Naciones Unidas.
Son
miles las horas que hemos pasado buscando la solución de este problema que
afecta de lleno al desarrollo del turismo mundial. Desde aquellas míticas
reuniones con el insigne Eudaldo Molas Puyol, en su Hotel Majestic de
Barcelona, España, estudiando cómo llegar a la preparación integral de nuestros
alumnos, hasta los debates sobre “la calidad total” del Dr. Edward Deming, y su
aplicación al turismo – Las Palmas de Gran Canaria, Puerto de la Cruz. Arona,
en Tenerife, año 1994 – la cúspide de estos proyectos, podríamos situarla en las
múltiples reuniones talleres, seminarios, cursos, etc. a los que hemos
asistidos como actores, en los máximos organismos mundiales del sector, tal
como en líneas anteriores hemos comentado.
Estamos
ante un mundo en el que, más pronto que tarde, la funcionalidad se impondrá, y
los valores que se acumulan, en toda esta historia que comentamos en esta
especie de crónica del pasado, no tendrán más remedio que imponerse a la
improvisación, el “amiguismo”, y los intereses políticos.
Un
mundo donde la fiabilidad y el conocimiento comienzan a ganarle terreno a esas
nada provechosas prácticas para la comunidad, como las que comentamos.
Son
momentos en que ya hay que rendir cuentas de la efectividad de la gestión. No
se puede tapar el sol con un dedo. Si hemos sido designados dentro de las
administraciones públicas para cumplir unas funciones, los resultados son los
que nos tiene que avalar, no los actos políticos en que podamos participar, ni
las “condecoraciones “que coloquemos al político de turno, es el resultado del
trabajo para el que hemos sido contratado el que tiene que marcar al nivel de
nuestra eficacia. Así, de esta forma lo está entendiendo el mundo, y esta es la
fórmula única de poder entenderlo. Todo lo demás, será participar en esa
corrupción que se descubre está carcomiendo hasta la médula las
administraciones públicas mundiales.
Si se
nos ha nombrado un alto cargo público para producir unos resultados, el
imperativo de nuestro deber es ser eficaz, en ello. No hacerlo es desmerecer la
confianza que se ha depositado en nosotros.
El
caso concreto de la formación profesional de personal preparado para cumplir
sus funciones con eficacia y conocimiento en el amplio panorama mundial del
desarrollo del turismo, requiere aportar a su formación todo lo posible para
conseguir la mejor y más eficaz preparación.
Servir
es mi ocupación, dicen los principios de Rotary Internacional. Eso es… Y será…
* Del
Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. Fundador de los
Estudios de Turismo, en las Islas Canarias. 1965
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