Teresa
González
Llegué,
donde se llega sola
y sola
me quedé llegando otros.
Eran
millones de burbujas
y una
burbuja en millones dividida.
Cada
alma en su celeste mundo
y un
mundo en cada alma anidando
Todos,
atrapando mariposas,
mariposas
que no eran para todos.
Volví
herida de la caza y sola,
más
sola me fui, pero no herida.
Cantando
seguirá la esperanza,
esperanza
que sólo morirá con su canto.
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