Esteban Domínguez
Una vez más,
Los Realejos se preparan para celebrar como no podía ser de otra manera, las
entrañables Fiestas del Carmen, patrona de los marineros.
Unas fiestas que llaman poderosamente la
atención, dada la gran devoción mariana, que esta bellísima imagen despierta.
Ella está considerada, como la “patrona de
Valle” aunque oficialmente no lo sea, dada la concurrencia de gentes que cada
miércoles se congregan a sus plantas.
Ntra. Sra. del
Carmen de Los Realejos, es una hermosa joya que ha pasado por distintas
adversidades, Ella ha sido salvada de dos incendios, y a sus pies son miles de
niños que, como Madre Celestial, sus padres les ofrecen con totas cariño.
Este año se cumple un año de que su parroquia
fuera declarada Santuario por nuestro Obispo don Bernardo Álvarez, una imagen
salida de los talleres de Génova y que jamás, ha querido separarse, de este
pueblo que tanta Fe ha depositado en Ella.
La Virgen del
Carmen es, la mejor joya, de la cual pueden presumir todos sus devotos.
La Virgen de la
dulce mirada, la de las pestañas grandes, la de corazón abierto, la virgen de
las mil miradas, la que despierta y nos da aliento, la de los campos blancos y
azules, la que se clava en el ama.
En Ella, hemos
puesto, toda nuestra fe y confianza.
Julio es un
mes, casi dedicado a Ella, fiestas para el disfrute de distintos actos
religiosos y populares.
Una imagen en
la que todos hemos puesto nuestra esperanza. Ella es, Alcaldesa Honoraria y
Perpetua de nuestro municipio desde hace bastantes años, y el domingo de su
OCTAVA como es tradicional y costumbre, los marineros del Puerto de la Cruz, la
pasean por las recoletas calles, del núcleo de San Agustín, al igual que lo
hicieran, sus antepasados.
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